Lanzarote, paraíso seguro

Ya se acerca el momento de regresar poco a poco a la normalidad. Es prioridad lograr que nuestra isla sea reconocida en el mercado como un destino fiable. Se habla de que Canarias sea de los primeros destinos declarados seguros por la Organización Mundial del Turismo y sus viajeros monitorizados mediante aplicación sanitaria. Será necesario implantar controles en el origen y en el destino. La limpieza e higienización en los alojamientos deberá ser permanente. La sanidad española ha sido puesta a prueba y, pese a las tensiones sufridas, ha aguantado el tirón. Tenemos buenos hospitales, públicos y privados, y esto es un activo muy apreciado por los viajeros que nos eligen. Los servicios de seguridad, emergencias, protección civil… han funcionado bien. Y la ciudadanía ha reaccionado de una forma ejemplar ante el estado de alarma.

Es necesario repensar el modelo de negocio turístico adaptándolo al futuro que viene. La filosofía y estilo de vida de Cesar Manrique debería ser un elemento inspirador. Redimensionar la capacidad alojativa, al menos varios trimestres, volviendo transitoriamente a los estándares de los años 90, pocos turistas pero de buen nivel adquisitivo. Triunfarán los modelos de negocio que puedan reorientarse, durante el periodo de crisis, hacia alojamientos más individuales y seguros.

Será preciso diversificar la oferta productiva y evitar el monocultivo del turismo, fomentando tanto los sectores tradicionales que han servido de escudo en esta crisis, agricultura, ganadería, pesca, como la industria, tan escasa actualmente. Y algo tan conveniente pero que no se ha promovido aun, orientar el destino Lanzarote como un hub tecnológico, en el sentido de estar perfectamente conectado con las redes de comunicaciones globales, que sirven para el trabajo online tan recurrido con la crisis sanitaria.

José Feliciano Fernández Álvarez, economista y profesor de la Uned