Echedey abre la carrera electoral

A Echedey Eugenio se le pueden cuestionar muchas cosas. Como a todos. Pero no se puede dudar de su arrojo y valentía. Y, ahora, ha dado otro ejemplo en ese sentido. Cuando todos los políticos de aquí y de allí están haciendo sus cosillas por lo bajini para, dentro de unos meses, saltar a las listas electorales con el mínimo ruido interno y amarrando todo lo que se pueda, él ya es el primer candidato. No hay todavía ningún otro oficial en toda la isla. Pero Echedey ya es el candidato a la Alcaldía de Arrecife por Coalición Canaria. El Comité de CC de Arrecife, me imagino que por indicación del propio interesado, levantó la veda y fue a por su candidato. Solo se presentó Echedey y ya es el candidato desde el pasado viernes, día 10 de junio, casi un año antes de que se celebren las elecciones en mayo de 2023.

Algunos me preguntan qué prisas tenía Echedey por ser el primero, por ser elegido candidato tan pronto. Y me lo preguntan convencidos de que yo lo sé. Como si Echedey, al decidirlo, viniera a decirme a mí por qué hace esas cosas.  Y como si yo fuera a creérmelo si Echedey viniera a explicarme esa u otra cosa. Ni él ha venido a decirme nada, ni yo le he preguntado nada directamente sobre el caso. Así que la respuesta que puedo darles es lo que pienso, atando cabos de los rumores que me llegan desde CC.

Ya les dije que Echedey no tiene un pelo de tonto. Y si no lo dije, lo digo ahora. Conoce todos los movimientos que hay en CC y sabe de las componendas que se hacen a medida que se van acercando las fechas de cerrar filas y listas. Ahora mismo, en cambio, todo está en el aire. Todavía no hay nada decidido ni hay descartes, con lo que los que quieren estar en otro lado no van a pujar por estar en Arrecife. Y, en Arrecife, salvo compensaciones en  otros lados, sólo quiere estar Echedey. A las candidaturas presentadas me remito. Además, con el candidato ya elegido en Arrecife, Echedey y su gente tendrán las manos libres para jugar con mayor libertad en la confección de listas al Cabildo y al Parlamento. A nadie en su sano juicio se le ocurriría negociar sus intereses ofreciéndole a su interlocutor lo que ya tiene en propiedad. Ni tan siquiera aunque haya tenido algo que ver en el registro de la propiedad.

La elección de Echedey desde ya es una decisión que tiene que ver exclusivamente con la situación interna de su partido. De idoneidad interna, nada más. Eso es lo que creo. Así que no está hecha para matar de los nervios a la alcaldesa de Arrecife, la popular Astrid Pérez, que tiene de teniente de alcalde a Echedey, fruto de ese pacto PP-CC en la capital, ni consideran que aporte ventajas relativas con respecto a sus futuros competidores por el sillón de la calle Vargas. Echedey quería tenerlo amarradito cuanto antes y ya lo tiene. Con lo que ahora se dedicará a ver qué es lo que quiere que haya en otros lados, principalmente en el Cabildo. No porque le interese mucho quién esté en el Cabildo sino porque sabe que la Alcaldía de Arrecife está estrechamente vinculada a lo que pase en el Cabildo. Y él quiere ser el alcalde. Y lo primero para ser el alcalde de Arrecife es ser candidato. Lo segundo que los vecinos te apoyen. Y lo tercero que tu partido no esté dispuesto a sacrificarte para presidir el Cabildo. Nada nuevo bajo el sol. Aunque Echedey ha preferido madrugar. Y ya se sabe que al que madruga, Dios le ayuda.