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Inmigrantes con DNI, ¡vengan con nosotros!

Nos esperan batallas electorales reñidas (XII)

 

No quiero escribir nada en este sentido sin dejar sentado algo primero: estoy totalmente a favor de que en las elecciones locales, en las que se eligen los concejales de las corporaciones municipales, participen todos los vecinos mayores de 18 años que sean residentes en el mismo. Me parece la mejor forma de crear una comunidad sana, tolerante y equilibrada. La única restricción sería la de un tiempo de residencia prudencial para evitar empadronamientos a última hora con la intención de alterar resultados electorales.

Pero esa no es la ley vigente actual. Ahora, solo pueden participar los inmigrantes procedentes de la Unión Europea y de otros estados con los que España tiene firmados convenios de reciprocidad para este tipo de elecciones.  Primero tengo que destacar que España cuenta con 12 acuerdos de este tipo, la mayoría con estados latinoamericanos. Así, en los comicios locales pueden votar nacionales de Bolivia, Cabo Verde, Chile, Colombia, Corea del Sur, Ecuador, Islandia, Noruega, Nueva Zelanda, Paraguay, Perú y Trinidad y Tobago. El grueso de tratados se suscribió antes de las elecciones locales de 2011, durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Para que se hagan una idea del potencial de este voto, en Lanzarote hay residiendo 4923 colombianos, 1296 ecuatorianos, 451 peruanos 241 chilenos, 91 bolivianos y 278 noruegos. También los europeos de la Unión Europea, o con convenio con ella, tiene una importante presencia con los británicos a la cabeza con  7761 residentes, seguido de los alemanes con 4321, delante de los italianos, que crece año tras año, con 2083 y los rumanos con 1103. A estas alturas, los que podrán participar en las próximas elecciones serán muy pocos, porque están obligados a manifestar su propósito de votar y apuntarse para ello y el periodo para ese trámite ya acabó el pasado 15 de enero. No sé exactamente cuántos, pero sí que es una cifra no tan grande como pudiera ser.

Pero hay otro voto proveniente de los inmigrantes, que no solo va a la urna del Ayuntamiento sino que tiene derecho a participar en todas las elecciones, con los mismos derechos que el resto de los votantes, los españoles, que son los inmigrantes nacionalizados. Se trata de todos aquellos que después de superar los requisitos exigidos por España, se nacionalizan. Vamos, que, como le gustaba decir al alcalde del PSOE en Tías, José Juan Cruz Saavedra, un experto en la captación de este tipo de votos en su municipio, tienen DNI, Documento Nacional de Identidad, en todas sus letras. Y aquí se abre otro panorama en el que el PSOE, con Pepe Juan Cruz a la cabeza, le lleva bastante ventaja a sus rivales políticos directos. Cuando a mediados de la primera década de este siglo, los asesores de José Juan Cruz se dieron cuenta del deterioro importante de la imagen del alcalde entre su votantes tradicionales, se apostó por captar a nuevos votantes, especialmente en Puerto del Carmen (al igual que Playa Blanca y Costa Teguise) donde más de un 60% del electorado no participa y se “esconden”, a la vista de los estrategas convencionales, residentes de casi 80 nacionalidades, donde hay muchos que ya portan el ansiado DNI.

 

Comunidades que para los neófitos no tienen ningún interés electoral, de esta manera, con el DNI en la mano, ganan importancia y son objeto de las ofertas de los políticos locales, porque su voto puede acabar en las urnas al Ayuntamiento, al Cabildo y al Parlamento y en las Generales también. Así, entre  los 3879 marroquíes, los 1247 chinos, los 802 cubanos, los 692 indios, los 309 senegaleses, los 605 mauritanos y 244 filipinos y otros muchos procedentes de otros países que residen en Lanzarote se mueven, como si fueran policías, con mucho sigilo para que no se conozca su carta secreta, los políticos más avispados, especialmente los socialistas que tienen más costumbre en esto. No es casualidad, ni generosidad, ni solidaridad, que el presidente de Canarias venga a Lanzarote y se meta en el Torrelavega, con Dolores Corujo y Pepe Juan de escoltas,  a “venderles” su programa a los inmigrantes residentes. Tampoco es generosidad ni solidaridad meterles en las listas electorales o en cargos de asesores. Simplemente se trata de campaña, como antes lo hicieron con la gente de aquí. Ahora toca captar a estos votantes cuando ya los de siempre no se creen las promesas. La última salida cuando se ha quemado al electorado tradicional, al de siempre. Ahora toca buscar portadores de DNI en la creciente masa de inmigrantes. Y el PSOE en eso lleva mucha ventaja. Y, ahora, encima, parece que lo necesita más que nunca ante la poca gestión que tienen para vender y lo reñido del envite electoral próximo.

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