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¿No vas a decir nada de la Nueva Ejecutiva Insular del PSOE?

 

Tengo la suerte de tener unos amigos que no pasarían el detector menos riguroso de enemistad. Son de esos que les dices que has sacado un 9,50 sobre 10, en un examen donde solo aprobaste tú, y, en lugar de felicitarte efusivamente, te preguntan que cómo pudiste perder medio punto. De esos que, si estas enfermo, te están preguntando cómo estás todos los días a todas las horas. Pero desde que les dices que estás bien, ponen la misma cara de tristeza y contrariedad que si les hubieses dicho “cáncer terminal”. Son buena gente, pero no se les nota nada. Aunque, en el fondo, seguro que son personas. Seguro que, incluso, cuando se trata de ellos, no son tan exigentes y en el mismo examen, si ellos sacaran un 0,5, resaltarían las virtudes de no quedarse a cero y te reprocharían que les afearas esas bajas calificaciones.

Les metí el párrafo rollete inicial porque no tenía yo ninguna intención de escribir nada del undécimo congreso insular del PSOE de Lanzarote. De hecho, ni fui, ni tengo más información que cualquier lector de este modesto periódico que creé yo mismo en 2010 y que dirijo, principalmente, para que nadie me ponga cortapisas y me imponga sus intereses por encima de mi voluntad crítica y mi sentimiento y experiencia periodística.

Pero siempre encuentras a alguien que quiera obligarte a hacer, aunque no tenga ningún derecho, obligación ni necesidad. Y siempre hay alguno que te toca tu vena sensible. Que te desnuda el alma y te acaricia la neurona rebelde. Te provoca. Y yo caigo con gusto, porque unos te lo dicen para mal y otros para peor, pero todos forman parte de esa burbuja que me ha acompañado en mi largo periplo profesional, dándome retos que he conseguido gracias a que ellos me los marcaron desde su provocación. Y quien consigue provocarte, te conoce bien. Y es amigo. Al enemigo, no se le permite. Mucho menos si son aspirantes a monologuistas verborreicos, bañados del narcisismo más idiota, que se ve a simple vista que son más grasosos que graciosos en su porcina y servil forma de adular a cambio del sustento.

Animado por esos desconsiderados que tengo por amigos, que me tienen a mí como su única plataforma para creer que mean algo en esta isla (y tanto a ellos como a mí, ya se nos corta con demasiada frecuencia), me pongo delante del ordenador y tecleo mi nombre. Es lo primero que siempre escribo cuando hago un artículo, para que me quede claro que soy quien escribe, responde y representa ese texto. Y miro de reojo la relación de nombres, apellidos y cargos de la nueva Ejecutiva Insular del PSOE de Lanzarote.

Todos los nombres

La forman María Dolores Corujo  Berriel de secretaria general. Como presidente, Marcial Martín Bermúdez; José Juan Cruz Saavedra, como secretario de organización; Cristina del Mar Duque Ramírez, vicesecretaria y portavoz de territorio y vivienda. Y las secretarías y secretarios, Lucía Olga Tejera Rodríguez, derechos sociales, tercer sector y atención a la soledad no deseada; Sabina Vizcaíno Sicilia, sanidad, salud; María José González Díaz, cultura, universidades y ecologismo; Fernando Vadillo González, educación, formación profesional dual, buzón de acción ciudadana y bienestar animal; Begoña Hernández Nóbrega, atención a la alimentación, política institucional y coordinación con las agrupaciones locales; Omar Jesús Lemes Méndez, formación a la militancia, inmigración y memoria democrática; Mario Alberto Perdomo Aparicio, acción electoral, ideas y programas, sostenibilidad turística; José Antonio González Pérez, secretario de organización adjunto, empleo, I+D+i; Robson Vidal da Cruz, comercio, artesanía y PYME; Celestino José Socas Callero, hacienda, economía y sector primario; Paula Corujo Callero, secretaria de comunicación, redes sociales, LGTBI e igualdad y Carmen Gloria Rodríguez Rodríguez, desarrollo sostenible, adaptación y lucha contra el cambio climático, transporte, movilidad sostenible y Agenda 2030.

Vale, ya sé que la relación de nombres y cargos orgánicos la conocemos todos desde el domingo. Pero habrá que explicitarlos. Porque de unos diré algo, de otros no diré nada y de la mayoría ya sabemos que están ahí sin ni tan siquiera ellos abrir la boca. Están en representación de las distintas familias del PSOE, y lo de familias es tal cual. Por ejemplo, se cae de esta ejecutiva Ariagona González, que encontró acomodo en la Regional, y nos meten a su hermano José Antonio González Pérez como secretario de organización adjunto, empleo, I+D+i. Yo no sé si alguien le ha explicado ya lo que significa  “I+D+i” porque lo que es “empleo” dejó muy claro, mientras fue asesor de Arrecife, que no tenía idea de en qué consiste. Aunque yo quedaría eternamente agradecido a los hermanos González Pérez si mueven un dedo de sus habilidosas manos para que el sendero GR131 siga trascurriendo con normalidad por delante de la casa familiar, por ese bello lugar en la trasera de la Montaña Guatisea, dentro del Paisaje Protegido de La Geria, donde algunos construyeron sus casas sin recato y ahora parece que les molestan los caminos.

Los de siempre   

Pero empecemos por el principio: María Dolores Corujo es la secretaria general desde 2011. Y sigue. Tiene talento para redescubrirse y volver a poner al PSOE donde los socialistas están deseando. Pero tiene que ser capaz de reinventarse sin romper las esencias. Tiene que demostrar que no es una política de un molde, que es propiedad de sus creadores iniciales, donde ella no es más que la mejor pantalla de ese círculo. Si fuera capaz de refrescar esa imagen del PSOE, y dejando en el museo de cera, con sueldo y prebendas varias a esos acompañantes, si fuera necesario, tendría opciones. De mi amigo José Juan Cruz Saavedra, al que conozco desde pequeño y ayudé hacer un político, no espero que se vaya de ningún sitio por voluntad propia y, a veces, ni a empujones. Este año celebra sus 30 años de aquella conquista por primera vez de la alcaldía de Tías. El kilómetro cero de su dilatada carrera política, aunque fue concejal previamente durante ocho años con el ya fallecido alcalde Florencio Suárez, pero no llevaba áreas ni pintaba nada. Ahora no aporta mucho en la Ejecutiva pero él se conforma con estar, no será impedimento alguno para que el partido se vaya para estribor o babor o se quede a merced de las olas hasta que la proa alcance el marisco o el éxito.  Del presidente, que es una figura decorativa en el PSOE, poco vamos a decir del huidizo Marcial Martín, que tiene una mala salud de hierro y siempre opinión para todo.

Si María Dolores quiere que el partido siga igual o peor, no tendrá problemas. La tripulación que lleva el barco es para acatar órdenes y ejecutar lo que la Comandante quiera. De eso se trata. Pero si quisiera cambiar, también tienen perfiles a explorar. Hay algunos que ni conozco, por lo que ni los menciono. Y ellos ya irán hablando por sí mismos mientras avance la cosa. A otros, como a Mario Alberto Perdomo, le conozco desde mis inicios en esta profesión nuestra, cuando él era un joven despierto, con ganas de comerse el mundo y con arte y fuerza suficientes para describirlo de forma atinada. La primera batalla la luché junto a él y la perdimos. No hay cosa más presta a la bohemia que una derrota y el mar en tiempos del sur. Será un pilar para lo que quiera Dolores. Como lo ha sido hasta ahora, siempre unido también a Carlos Espino, al que los años parece que le pesan más que el cigarro interminable. Cristina del Mar Duque Ramírez, como vicesecretaria y portavoz de territorio y vivienda, es una extensión, precisamente, de Espino en la Ejecutiva. Y un riesgo para todos ellos. A Cristina, al contrario que a su cuñado Alfredo, le gusta más una escandalera mediática que a Astrid Pérez matar uno de los suyos jugando a los marcianitos. Reconozco que no me gusta su forma de encarar la oposición, donde prefiere las bombas de racimo, llenas de medias verdades y un montón de mentiras, a un tiro certero, bien calculado, bien estudiado, bien disparado. Pero a su favor tiene, y por eso consigue sueldo y protagonismo en el PSOE, que siempre es la primera que está dispuesta para un bombardeo.  

Mis preferidas

Les voy a decir quiénes son mis preferidas de la lista de personas ahora no demasiado significadas.  Está la periodista Paula Corujo Callero (a la que tuve de colaboradora en este periódico en sus primeros años de profesión), que es la secretaria de comunicación, redes sociales, LGTBI e igualdad. Viene de Somos, fue consejera del Cabildo y ahora tiene muy buena relación con Dolores Corujo, vecina de San Bartolomé, como ella. Y también las dos mosqueteras de Tías, Carmen Gloria Rodríguez Rodríguez, desarrollo sostenible, adaptación y lucha contra el cambio climático, transporte, movilidad sostenible y Agenda 2030 y María José González Díaz, cultura, universidades y ecologismo, que han hecho de su relación personal, una palanca de cambio en el Ayuntamiento de Tías, bajo las órdenes del sempiterno Pepe Juan, responsable también de traerlas aquí, a la Ejecutiva. No me olvido tampoco de Begoña Hernández, mujer batalladora donde las haya, que le ha tocado bailar con la más fea (lo digo por Jesús Machín, no por Gustavo) todos estos años como aspirante a la Alcaldía de Tinajo.

Están fuera de la Ejecutiva todos los pesos pesados alternativos del PSOE Insular. Ni alcaldes ni secretarios locales, que ya no son miembros natos tampoco. Pero perder esa fuerza en la creación de una alternativa futura sería un error. Si no hay un trabajo conjunto, el fracaso estará garantizado. Por eso no estaría de más crear un órgano en el que estuvieran todos representados para discutir libremente el futuro.

Y punto. No digo más. Y me he mojado hasta las trancas.

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