22 de Marzo: Día Mundial del Agua
- Mesa Ciudadana del Agua de Lanzarote
Cada 22 de marzo el mundo se une para conmemorar el Día Mundial del Agua, una fecha establecida por las Naciones Unidas en 1993 con el objetivo de concienciar sobre la importancia del agua dulce y la necesidad de tener compromiso con una gestión sostenible de los recursos hídricos.
Este año, la atención se centra en la conservación de los glaciares, ya que son esenciales para el agua potable, la agricultura, la producción de energía y los ecosistemas de todo el mundo. El rápido deshielo de los glaciares altera los flujos de agua y tiene importantes consecuencias para la disponibilidad de agua.
Este día no solo busca resaltar el valor vital del agua en la vida cotidiana, sino también visibilizar, reflexionar y llamar la atención sobre los problemas relacionados con su acceso, calidad y disponibilidad, sin olvidar que tanto el acceso al agua potable y el saneamiento son derechos humanos al que todos y todas deberíamos acceder.
A nivel local vemos sin embargo que lamentablemente, este derecho hace tiempo que en Lanzarote y La Graciosa se encuentra cuestionado porque su acceso no está garantizado, viéndose vulnerado diariamente por los constantes cortes selectivos en el suministro en los distintos municipios de la isla que afecta especialmente a los abonados de uso doméstico y agrícola, mientras el sector turístico, incluyendo establecimientos hoteleros ilegales, permanece sin interrupciones, comprobándose palmariamente como los responsables de la gestión del ciclo integral del agua en Lanzarote y La Graciosa han incumplido en garantizar un suministro continuo y equitativo para poder llevar una vida digna, estable y sin sobresaltos.
La Mesa Ciudadana del Agua asegura que después de catorce años del actual modelo privatizado de gestión del agua impulsado por políticas neoliberales, en manos de Canal Gestión (a la que no se ha fiscalizado convenientemente el cumplimiento de sus obligaciones sobre todo en las inversiones), sin ajustarse a las necesidades de la población de esta isla, ni tampoco a las directrices sobre el cambio climático, entendemos que ha sido un rotundo fracaso.
Después veintidos meses del actual grupo de gobierno, la gestión del ciclo integral del agua sigue siendo un verdadero desastre y tomadura de pelo a la ciudadanía y lo peor es que, a corto plazo, no vemos visos de mejora. Los gestores políticos llevan meses anunciando en innumerables ruedas de prensa y entrevistas mejoras para atenuar la grave crisis hídrica que estamos sufriendo, impulsando planes de actuaciones inmediatas y cuantiosas inversiones, sin materializarse ninguna actuación importante hasta el momento y seguimos viendo como el agua no es un recurso disponible para todos.
El actual grupo de gobierno no ha mejorado el servicio del ciclo integral del agua en la isla, incluso ha empeorado, los datos vinculados a la disponibilidad del agua son alarmantes, sigue plagado de fallos estructurales, nos referimos no tan sólo a los continuos cortes en el suministro de agua, sino también a: las infra dimensionadas infraestructuras para la depuración, la poca o nula capacidad para producir agua regenerada para la agricultura por el retraso de las obras de las depuradoras de Arrecife y Tías, así como, los constantes vertidos incontrolados de aguas residuales en nuestro litoral, los cobros de facturas excesivas e irreales, la baja capacidad de almacenamiento de agua desalada (en la actualidad sólo hay reservas para día y medio), el retraso sin causa justificada de la tubería del Norte para agua potable, la falta de mantenimiento del ciclo integral con el progresivo deterioro de las instalaciones, el retraso en la instalación de la red submarina de transporte a La Graciosa, el fracaso de las plantas portátiles, los volúmenes de agua no registradas (pérdidas) muy por encima de lo admisible superan el 54%, incidiendo notablemente al desabastecimiento, sin olvidar el mal funcionamiento de las agua pluviales que contribuyen a inundaciones en núcleos urbanos.
Por si lo anterior fuera poco, hay que añadir que la isla ha sobrepasado su capacidad de carga, producto del actual modelo turístico de masas desordenado, un urbanismo descontrolado que se ha extendido por la isla y sumado al incremento poblacional permanente, constituye un grave problema; e incide en el aumento de las demandas hídricas, profundizando si se quiere, esta crisis, generando cada vez más efectos negativos para la población local.
La Mesa Ciudadana del Agua considera que hay que poner en el centro de las prioridades ciudadanas garantizar la seguridad hídrica, sujetas a la disponibilidad presupuestaria que corresponda ante la gravedad del problema, con el propósito de seguir asegurando el acceso al agua y evitar la insufrible falta de abastecimiento que está sufriendo la población.
El hecho de que en los presupuestos para el año 2025, tanto del Consorcio del Agua como el Cabildo Insular de Lanzarote no vengan reflejados partidas de importancia relacionadas a solucionar la crisis del agua en la isla, es no valorar plenamente y no poner en un lugar destacado la garantía del derecho humano al agua, con criterio de sostenibilidad y equidad, por tanto, creemos que es una causa fundamental, o un síntoma, de la negligencia política y su mala gestión.
Por último, nuestro colectivo considera que; enfrentar la crisis del agua en Lanzarote y La Graciosa garantizando un futuro con agua para todos, lejos de ser una simple cuestión técnica, se manifiesta como un problema profundamente político, por tanto, exigimos soluciones inmediatas, creíbles, realizables, duraderas, explicando a la ciudadanía algún proyecto real y acciones efectivas de futuro para revertir la situación y garantizar el acceso al agua como un derecho, y no como un privilegio. No queremos más anuncios, ni venta de humos. Lanzarote no puede permitirse el despropósito y la inoperancia política con un recurso tan esencial para la vida y economía de los ciudadanos.