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El mandato de Oswaldo se pasará sin ver el agua soñada

 

El presidente del Cabildo de Lanzarote, Oswaldo Betancort, ha tenido que ver los resultados de una encuesta propia para darse cuenta que no va por buen camino. Que a pesar de llevar dos años malgastando el dinero de la primera institución de la  isla en fiestas, subvenciones, enchufes, viajes por medio mundo y llenándoles la alcancía a los predicadores del “nuevo periodismo insular” que confunden el periodismo de investigación (del que hablan para atacar a la oposición  y adorar al gobierno que les unta) con utilizar de referencia (y piedra filosofal) el “glorioso argumentario” presidencial, el alcalde de Arrecife, Jonathan de León, con poco más de un año de político, le supera en valoración y expectativas electorales. Que sus dotes de actor y galán colombino/colombófilo en redes sociales y entrevistas orquestadas no llega más allá de la parroquia a la que mantiene a cuerpo de rey a cargo del Cabildo de Lanzarote. Y eso duele. Y duele mucho. Y, entonces, le dicen que hay que dar un golpe sobre la mesa en los verdaderos problemas que tiene la isla.

“¿Le metemos mano al transporte público, le hacemos caso al “loco ese” de García Déniz y sacamos un verdadero pliego de adjudicación y dotamos a la isla de un verdadero plan de movilidad, con rutas realistas, con las frecuencias necesarias y el número de guaguas necesario?”, puede llegar a preguntarse. “Quita, quita. Eso ni tocarlo que nos matan los amigos/amigas”, le contestarían su amiga del alma y el coro mediático que se ha hecho a fuerza de perras públicas y lisonjas varias. “¿Qué te parece si sacudimos un poco el garoé lanzaroteño, Canal Gestión, para que parezca que estamos haciendo algo?”, replicarían. “Hums, Hums, vale, pero flojito, que parezca muy fuerte pero flojito”, diría con esa cara de isla occidental que se le viene poniendo desde que pasa un par de días de la semana a los pies del Padre Teide.

Y así llegamos al jueves pasado, 10 de abril,  día en el que el  Consorcio del Agua aprueba por unanimidad iniciar el procedimiento de rescisión del contrato con Canal Gestión. Lo que decide la asamblea del Consorcio, con el voto de todos los alcaldes y el presidente del Cabildo a favor, es eso: “iniciar” el procedimiento de rescisión del contrato. En pleno emergencia hídrica, donde se decía que iban a ir como motos, es como confundir el freno con el acelerador cuando uno se da cuenta que está llegando tarde a algún lugar. Es como elegir al caracol al podenco en la apuesta de velocidad.

Para que se hagan una idea de la “velocidad de crucero” que llevamos para revertir la situación basta con decirles que han tardado 8 meses para decidir si iniciaban el procedimiento, cuando ya tenían en sus manos el informe  jurídico completo donde se documentaban los incumplimientos de Canal Gestión que ellos aducen ahora. El pasado 31 de agosto de 2024 decía  Oswaldo Betancort que "tras conocer sus conclusiones, comparezco para adelantar cuáles serán las medidas que tomaremos después de que la técnica, actual responsable del contrato, haya dejado claro en sus conclusiones que han existido en los últimos años incumplimientos muy graves de las obligaciones esenciales del contratista, unos hechos que podrían desembocar en la incoación del expediente de resolución del contrato con Canal Gestión". Pues ya ven, ocho meses después se inicia el procedimiento de rescisión del contrato con Canal Gestión. “Se inicia”, ¿y qué es eso y cuánto tarda?

Para que se hagan una idea aproximada, teniendo en cuenta que la envergadura del contrato es muchas veces superior el de Canal Gestión que el que vamos a ver, pongamos por ejemplo lo que ha tardado la resolución de contrato de la Residencia de Tahíche, que sigue sin ponerse piedra alguna más sobre la primera que se puso de forma simbólica hace más de cuatro años.  “El 3 de noviembre del 2022, el Consejo de Gobierno del Cabildo de Lanzarote ha acordado la resolución del 'Contrato administrativo de concesión de obras para la redacción de proyecto y financiación, ejecución de la construcción de un centro sociosanitario para mayores y atención a personas dependientes en unidades convivenciales y centro de día en Tahiche, y su posterior explotación', debido al incumplimiento por parte de la empresa adjudicataria”. ¿Les suenan las palabritas  “resolución de contrato” e “incumplimiento por parte de la empresa adjudicataria”? Pues 3 años más tarde sigue sin ponerse una piedra más en Tahíche en la parcela de la futura Residencia.

Se ha iniciado un camino, tarde, que ya se conocía desde que se empezó a gobernar en 2023. De hecho, los socialistas apostaron desde el principio del anterior mandato por echar a Canal Gestión, actuación que se vio ralentizada por el “cero turístico” de los dos primeros años de su mandato, que, obviamente, bajó el consumo de agua a mínimos históricos, ante el claro desacuerdo de los nacionalistas, muy replegados a la voluntad del Canal, a pesar de las numerosas críticas de la población y el sector primario. Algunos han querido sorprenderse de que los socialistas se sumaran a iniciar el expediente, cuando esa era su intención desde hace mucho tiempo, frenada por la decisión de Oswaldo y “su trova” de cuestionar ese procedimiento e intentar llegar, primero, a un acuerdo con canal gestión para seguir tirando y, después, para traspasarle, con su consentimiento, los activos contractuales a una empresa tercera que estuviera dispuesta a soltar pasta a diestro y siniestro. Ni una cosa ni la otra. Y, encima, con las encuestas dando resultados miserables.

Algunos se creían que con tirar el dinero público, y multiplicar por dos  o cuatro el gasto en subvenciones que hizo el PSOE, valía para mantener la cartera. ¿Pero cómo vamos a perder si le sacamos 69 votos en las pasadas sin todo este caudal que estamos despilfarrando? ¡Pues no perdió el PSOE de Dolores Corujo teniendo todo esto de su lado! ¿Pero no perdió Enrique Pérez en  1987, en 1995, en 1999, en 2003 ? ¿Pero no perdió Inés Rojas en 2007? ¿Pero no perdió Nicolás de Paiz en el 1991? ¿Pero no perdió Pedro San Ginés en 2019?  En el Cabildo de Lanzarote, amigo, las elecciones se pierden más que se ganan.

Y si de algo podemos estar seguros es que llegaremos a 2027, apenas dos años más, con el mismo problema del agua en Lanzarote. Ni los grifos domésticos tendrán más agua, ni los agricultores tendrán más agua en sus fincas. Eso sí, les darán subvenciones hasta para que se compren pistolitas de agua para seguir jugando con ellos como si fueran niños chicos. Al fin y al cabo qué más da, el dinero que están tirando era el que tenían que dedicar a crear las infraestructuras necesarias para que les llegara agua de calidad, con regularidad cierta a sus casas y fincas. Dicho queda.

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