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Los estudios genéticos actuales podrían ayudar a resolver casos de enfermedades minoritarias que hace años eran indeterminados, recuerdan los internistas

 

Inauguración de la reunión con la Dra. Montserrat Chimeno, presidenta de la SEMI, el Dr. Jorge Francisco Gómez Cerezo, coordinador del grupo de Enfermedades Minoritarias de la SEMI, y la Dra. María José Forner Giner, presidenta de la SMICV  | SEMI

 

El 80% de las enfermedades raras se deben a mutaciones en uno o más genes y la base de su diagnóstico son los estudios genéticos que evolucionan rápido y deben reanalizarse

 

Por cada diagnóstico, se pueden detectar otros casos en las familias, con una media de cinco familiares con la misma mutación, varios grados de afectación y casos asintomáticos

 

Las herramientas más utilizadas son los paneles génicos, aunque existen alternativas, y la IA y el big data las dotará de mayor utilidad para obtener nuevos diagnósticos

 

Son precisas más formación en genética médica para internistas, y una dotación de recursos menos desigual que incluya mejor acceso a pruebas y consejo genéticos

 

Los médicos internistas recuerdan que el 80% de las enfermedades raras se deben a mutaciones en uno o más genes y que la base del diagnóstico descansa, en la mayoría de los casos, en los estudios genéticos y, por ello, piden que se reanalicen estudios genéticos que hace cinco o diez años no resultaron concluyentes porque ahora podrían arrojar resultados positivos y servir para diagnosticarlas, en la XV Reunión de Enfermedades Minoritarias - VI Reunión de Enfermedades Minoritarias para Residentes, de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). La reunión inaugurada por Dra. Montserrat Chimeno, presidenta de la SEMI, por el Dr. Jorge Francisco Gómez Cerezo, coordinador del grupo de Enfermedades Minoritarias de la SEMI, y por la Dra. María José Forner Giner, presidenta de la Sociedad de Medicina Interna de la Comunidad Valenciana (SMICV), se ha celebrado del 24 al 26 de abril en Alicante con la participación de clínicos asistenciales de todo el territorio estatal, médicos y residentes, que priorizaron el estudio y debate de casos clínicos como herramienta clave de formación y actualización.

"La capacidad de resolución de los estudios genéticos actuales crece a un ritmo vertiginoso, tanto por cantidad y la rapidez con la que se pueden secuenciar muchos genes al mismo tiempo, como por la profundidad con la que se pueden analizar, por lo que estudios genéticos que en años anteriores se descartaron, deberían reanalizarse, ya que quizás ahora podrían ser útiles para el diagnóstico de ciertas enfermedades minoritarias", informó el Dr. Álvaro Hermida, del CSUR del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago y en el "Encuentro con el experto. Herramientas genéticas: lo que debe conocer el internista".

La reunión incluyó, asimismo, una mesa redonda sobre el papel de la terapia genética en las enfermedades raras, "cuestión importante en la que los internistas van a tener que formarse: aspectos básicos de genética como son los tests genéticos, cómo interpretarlos o qué tipo de información deben pedir", apunta el Dr. Jorge Francisco Gómez Cerezo, coordinador del Grupo de Trabajo de Enfermedades Minoritarias (GTEM).

"No olvidemos que, por cada caso de enfermedad rara diagnosticado, se pueden detectar familiares afectados dependiendo de la naturaleza de la enfermedad y la forma de herencia. En ciertos casos hay hasta cinco familiares de media con la misma mutación y diversos grados de afectación, y algunos de ellos asintomáticos", advierte el Dr. Hermida.

Herramientas actuales y de futuro

Las principales herramientas para el diagnóstico genético de un paciente con sospecha de enfermedad rara más empleadas hasta la fecha, por su rapidez y relación coste/beneficio son los paneles génicos. Estos incluyen una serie de genes que podrían estar implicados en el origen de un síntoma o alteración orgánica, si bien se han de actualizar constantemente, a medida que se conocen nuevas mutaciones y nuevos genes implicados en el origen de estas enfermedades. Por ello, cada vez más se recurre a la secuenciación del exoma completo, que aporta mucha más información, aunque consume mayor tiempo en la interpretación y tiene un coste económico mayor; y, para los casos más complicados, a herramientas más complejas como la secuenciación de lecturas largas ("long-reads") de determinados genes, la secuenciación del ARN (transcriptómica) o la secuenciación del genoma completo de un paciente (actualmente solo en el ámbito de investigación clínica).

"Las bases de datos genéticas representan una propuesta muy valiente en el diagnóstico de enfermedades raras, ya que ayudan a identificar nuevas asociaciones entre enfermedades y genes. Un ejemplo reciente es el proyecto "100.000 Genomas" en el Reino Unido, que logró identificar asociaciones significativas entre genes y variantes en 165 casos conocidos y 141 totalmente nuevos. La aplicación de herramientas de inteligencia artificial y análisis de "big data" aún las dotará de mayor utilidad para obtener nuevos diagnósticos", augura el Dr. Hermida.

"Así como el diagnóstico genético y la medicina de precisión ya son una realidad en especialidades como la Oncología o la Hematología, sin duda el médico internista que lidere la atención en enfermedades raras basará su actividad asistencial e investigadora en herramientas genéticas. Este cambio de paradigma se ha iniciado en las unidades de referencia para estas enfermedades, que el internista coordina en el eje de una atención interdisciplinar en todo el territorio nacional y se irá extendiendo a otros servicios clínicos", informa el Dr. Hermida.

Necesidad de formación y otras barreras

Una de las principales barreras que persiste en este ámbito es la falta de formación en genética médica entre los especialistas clínicos y los residentes de medicina interna, pues los MIR necesitan mayor integración de la genética durante la residencia, mientras que los profesionales en ejercicio precisan de más acercamiento e interacción con el laboratorio y los profesionales genetistas. La creación de las especialidades de Genética Médica y Genética Clínica de Laboratorio, asignaturas pendientes en la sanidad española, con un enfoque pluridisciplinar, mejorará la atención a los pacientes con enfermedades raras.

 "Es imprescindible que el médico internista, protagonista obligado en la atención a pacientes con enfermedades raras, reciba formación adecuada en genética médica: en el abanico de pruebas de laboratorio y la interpretación de los resultados, especialmente de los estudios genéticos y la adquisición de competencias en consejo genético", coincide el Dr. Hermida.

Otra barrera que conduce al retraso diagnóstico es la desigual dotación de recursos. "Mejorar el acceso a pruebas diagnósticas y al consejo genético era una de las líneas principales en el Plan Estratégico de atención a las EERRs aprobado en junio de 2009, pero esos objetivos no han sido evaluados hasta la fecha y se ha reportado una dotación desigual de los servicios de genética disponibles en el territorio nacional, algo trascendental para reducir el retraso diagnóstico, que es tan habitual e impactante en estas enfermedades", informa el Dr. Hermida.

Otras novedades de la reunión

"Actualmente, se conoce la existencia de un amplio espectro de enfermedades minoritarias o de baja prevalencia, más de 7.000, y por su amplia afectación en el organismo del paciente "tocan" todos los aspectos del trabajo del médico de medicina interna" explica el Dr. Jorge Gómez Cerezo, coordinador del grupo de Enfermedades minoritarias.

Entre los temas destacados de la Reunión, el Dr. Gomez Cerezo destaca los grandes avances en las enfermedades raras con afectación neurológica, como la gangliosisdosis y la de Nieman Pick tipo C con nuevos tratamientos que van a cambiar de forma importante el curso de estas enfermedades.

Otras novedades destacadas sobre las que se departió en la reunión son la inmunogeneicidad de los tratamientos, que provocan una respuesta inmunológica y respecto a los cuales se debe conocer mejor el impacto real y en el curso de la enfermedad; y las enfermedades inflamatorias de baja prevalencia, como la enfermedad de Castleman, que también están dentro del área de influencia específica del grupo de las enfermedades minoritarias de la SEMI.

Uno de los aspectos en los que trabaja el grupo de enfermedades minoritarias de la SEMI es el control de los pacientes con enfermedades raras en su transición en la edad adulta. Actualmente, en casi todos los hospitales, ya contamos con internistas que manejan estas enfermedades, en unidades propias o no. Ahora, el siguiente paso que queremos dar es que el médico internista desempeñe un papel en las unidades, si las hay, o en los procesos de transición de la infancia a la edad adulta, de manera que se llegue a crear un vínculo con el paciente que facilite este tránsito", afirma el Dr. Jorge Gómez Cerezo.

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