EDITORIAL   ¿400.000 euros de dinero público a la basura y se premia a la pareja?

“Se trataba de una empresa de varios socios que en su momento tuvo un conflicto con la manera de gestionar la empresa de los socios, y esos enfrentamientos, sumados a las pérdidas económicas que se produjeron en su momento por la crisis económica que se vivió, en 2012, año en que yo ya no era ni siquiera consejero del Cabildo, se generó una deuda”, señalaba. “Y, a partir de ahí, el Juzgado de lo Mercantil disolvió la empresa por ese enfrentamiento social y esa disolución está inscrita en el registro mercantil por lo que todos los acreedores conocen la situación jurídica y mercantil de la empresa”.

Con esa naturalidad se despachaba, ayer, en el digital de Lancelot el nuevo consejero delegado y gerente de los CACT, Juan Félix Eugenio Rodríguez, nombrado el pasado sábado, a propuesta de la presidenta del Cabildo, su compañera de partido, la socialista María Dolores Corujo Berriel. El que tiene que defender los intereses del principal emporio económico de la isla, la entidad pública empresarial de Lanzarote CACT, despacha una deuda de 400.000 euros a esa empresa pública, que asciende ya a 570.000 euros por la acumulación de los intereses,  poniéndose, con una frialdad que asusta, a favor de la empresa privada deudora, que ha incumplido todos los plazos, incluidas todas las facilidades dada por entidad pública para pagar.  ¿Se puede seguir siendo gerente un día más de cualquier empresa en el mundo después de hacer estas declaraciones? ¿No es causa de incompatiblidad poner intereses personales, familiares, laborales o de amistad por delante de los de la entidad que se representa?

Una empresa, Customer Travel S.L., de la que es una de los dos socios y administradores solidarios que tiene, al 50% cada uno, según reza en el registro mercantil, Carolina Batista Martín, pareja y madre de la hija del consejero delegado actual de los CACT, adeuda más de 400.000 euros a ese ente público ocho años después de comprar entradas para revender a los turistas, de cobro inmediato, a cambio de pagarlas mensualmente, o sea, con crédito. Esa sociedad limitada, creada en diciembre de 2006, con un capital social de 60.104 euros, empieza a recibir crédito de la entidad pública apenas siete meses después, cuando ya es consejero de Hacienda en el Cabildo de Lanzarote, Juan Félix Eugenio Rodríguez, que ya era pareja de la administradora solidaria de Customer Travel  S.L. El crédito se mantiene durante el periodo que es consejero delegado de los CACT el compañero de Juan Félix Eugenio, el socialista Carlos Espino y alcanza la mayor deuda acumulada cuando la popular Astrid Pérez Batista sustituyó en el cargo a Espino.  A pesar de que la empresa facturó 1.200.000 euros en 2011, los administradores de Customer  acumularon una deuda de más de 400.000 euros, incumpliendo mes tras mes la obligación de pagar las entradas retiradas.

La responsabilidad de los administradores de la empresa Customer Travel S.l., y quiénes le ayudaron y le asesoraron para esconder esa realidad e intenta evitar el pago, es lo que debería cuestionarse por parte de la empresa pública a la que se le hace un agujero económico similar al coste anual de los salarios de casi  20 trabajadores del  ente.  Además, al frente de la dirección de la empresa tendría que estar alguien capaz, independiente, para analizar qué criterios se utilizaron para darle crédito en los Centros a la empresa propiedad al 50% de la pareja del vicepresidente segundo del Cabildo y consejero de Hacienda que acabó cuatro años después dejando un pufo de más de 400.000 euros. Ese es el análisis que hay que hacer si se quiere dignificar la vida pública, el Cabildo de Lanzarote y los CACT. Lo otro es simplemente tapar, con la misma manta que se critica, la actuación indecorosa que se premia, además, con un generoso sueldo de la propia entidad pública fuertemente dañada.