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Oswaldo, ¿sueño o pesadilla?

Oswaldo Betancort, alcalde de Teguise.

 

Oswaldo Betancort no es ni un valiente ni un irresponsable.

Pero ha dado un paso adelante en tierra minada. Se ha adelantado a todo procedimiento orgánico y, voluntariamente, se ha puesto en la diana de francotiradores varios y adulones igual de numerosos. Ha anunciado, sin consultar con nadie previamente, su intención de presentarse (“si me lo piden mis compañeros, los afiliados”, dijo) a secretario general de CC en Lanzarote. Y desde que el alcalde de Teguise y parlamentario regional se atrevió a dar a conocer sus intenciones en la Cadena Ser, el partido ha entrado en ebullición, arrastrando, en primer lugar, a todos los grupos de whatsapp internos y externos de los afiliados.

 La actual secretaria general, Migdalia Machín, hija y hermana de Jesús Machín (el padre alcalde de Tinajo desde hace 20 años y el hermano convertido en el parlamentario más joven y dinámico de Lanzarote), que todavía no ha anunciado que no se vaya a presentar a la reelección, ha recibido el órdago de Oswaldo con desconfianza. Y ya ha mostrado, incluso, en redes sociales internas su disgusto con esos comportamientos altaneros de quien no le permitió siquiera ser cabeza de lista al Parlamentario porque la quería para él y solo para él. También Jacobo Lemes, concejal de Arrecife, y Samuel Martín, consejero del Cabildo, han coincidido en decir públicamente que no es el momento de echar campanas al vuelo, que es el momento de trabajar para el congreso nacional, que se celebrará el 16 de mayo, y dejar para después estas batallitas de egos y de futuribles secretarios generales insulares.

A nadie se le esconde que Oswaldo Betancort ha tenido numerosas oportunidades para ser secretario general de su partido en Lanzarote y las ha descartado. Entendió que no era el momento, que para estar en Teguise, de alcalde, la silla de secretario general da más quebraderos de cabeza que satisfacciones. Que no tenía necesidad de estar bregando con los líderes insulares de otros partidos por cosas ajenas a las de sus vecinos de Teguise. Que esas batallas no tenían más objeto que hacerles de escudo al que, de facto, dirigía el partido desde el Cabildo, Pedro San Ginés, que, además, no abandonaría el puesto hasta que el electorado, o una triquiñuela del resto de los partidos o judicial, lo descabalgara. Que toda incursión en ese escenario era quemarse irremediablemente en la misma pira que el susodicho. Oswaldo nunca negó que su objetivo era abandonar la Alcaldía de Teguise para ser presidente del Cabildo. Pero no pudo ser cuando él quiso, en las elecciones pasadas.  Y entonces solo abandonó Teguise a medias para ser también parlamentario.

Oswaldo Betancort, parlamentario de CC

Pero ahora las cosas son distintas. El escenario se presenta franco para sus intenciones en la absoluta debilidad que se encuentra CC, apeada de los principales puestos de poder en Canarias y con Pedro San Ginés de político zombi en el Cabildo, en la oposición después de casi una década de factótum insular. Oswaldo sabe que es el momento y no quiere encontrarse con unas negociaciones internas avanzadas que le apeen de su primer objetivo. Él sabe que hay movimientos internos, que todos le prometen que él será el candidato a la Presidencia del Cabildo si apuesta por uno u otro como candidato a la secretaria insular. Pero Oswaldo puede que no sea un valiente, ni un irresponsable, pero sí es un desconfiado de padre señor mío. Y su experiencia le dice que en CC solo se puede fiar de sí mismo, que, por otra parte, él solo es fiable para sí mismo.

Está convencido de que si quiere ser candidato a la Presidencia del Cabildo, tiene que ser secretario insular él mismo y tiene que hacer una Ejecutiva más fiel que leal, que también. Él sabe eso. Lo sabe muy bien. Lo que no sabe del todo es como se hace eso, que él ha hecho a nivel local, en la organización en toda la isla. No es nada fácil. Está ante una organización un tanto confusa, con unas afiliaciones fluctuantes y con “jefes” en los distintos comités locales poco dados a dar señales sino no hay compromisos previos claros. Además, el hecho de que aspire directamente a la secretaria general, sin consultar a Migdalia previamente, pone en riesgo el apoyo de la familia Machín, que siempre ha tenido cercana. En Arrecife, el principal comité, tampoco lo tiene nada fácil con los David de la Hoz, Pedro San Ginés y compañía. Mucho peor, incluso ahora, con la ascendencia de  Echedey Eugenio en la capital, después de su éxito electoral que no pudo fructificar para ser alcalde. Oswaldo y Echedey son como el vinagre y el aceite, difíciles de mezclar pero muy necesarios si la cosa acaba en ensalada para todos.

El paso dado por Oswaldo muestra que está dispuesto a darlo todo en esta batalla. Es consciente de que Teguise ya no es garantía de nada, con lo que podría quedarse en la oposición si sigue agachadito en la Villa y ve, incluso también sus rivales internos, que puede conseguir los apoyos para mantener el partido unido con él  de secretario general y líder in pectore estos tres años siguientes que faltan para las elecciones de 2023 y pueda hacer realidad su candidatura a la Presidencia del Cabildo.

Oswaldo se ha quitado la careta antes del carnaval y muestra su sonrisa característica, mordiendo fuerte pero sin enseñar los dientes. Se mueve con agilidad entre los apoyos mediáticos del PSOE y con temor entre los que suspiran por CC. Parece que cree que para dar una imagen de cambio hay que acercarse al PSOE, transitar por sus mismas vías, y atacar a todos los demás como próximos a los Pedro, David y Echedey de la isla. Lo que no sabe Oswaldo es que su estrategia le podría favorecer llegar a ser el secretario general y el candidato a la Presidencia del Cabildo. Pero también podría ser la fórmula para ser lo que nunca ha querido ser: el vicepresidente del Cabildo, el vicepresidente de Dolores Corujo, el Jacobo Medina del futuro. Su jugada favorecería la plena dominación de la estrategia socialista, apoyada con generosidad desde el Cabildo y sus socios, y descendería a CC a partido bisagra del PSOE, con lo que el puesto tan soñado por Oswaldo quedaría en manos, de nuevo, de Dolores.

Y es que los sueños también nos pueden llevar a no poder dormir bien por culpa de las pesadillas.

Comentarios  

#1 Rosa 15-03-2020 17:33
Cuentas una verdad.
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