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Haz caso, no juegues con lo que no sabes y puede matar a tu gente

Llevábamos tiempo teorizando y debatiendo sobre las amenazas que ofrecen un mundo globalizado, interconectado y casi de comunicación espontánea.

Los manuales del comercio mundial nos ponían sobre  la mesa las incuestionables ventajas que tienen para los usuarios, consumidores y agentes económicos en general, la posibilidad de disponer de una oferta o una demanda sin fronteras, con la posibilidad de pelar en nuestros hogares las papas recolectadas en las antípodas unos días antes o en apenas unas horas estar a miles de kilómetros de distancia de nuestras zonas residenciales. O, también, traer a nuestra tierra  personas de todo el mundo y vivir de una actividad económica llamada Turismo. Muchas veces, también, teorizábamos sobre la debilidad de un monocultivo como el turismo, donde dependemos de nuestra capacidad para traer turistas pero que estamos, además, sometidos a las economías de los países emisores, de las líneas aéreas y de enfermedades. Que de la noche a la mañana, los hoteles, calles, y aeropuertos podrían quedarse vacíos ante el temor de algún miedo que hiciera entrar en pánico a los turistas potenciales. Creíamos que podría ser el terrorismo, pero nunca lo veíamos del todo posible.

Ahora, en estos momentos, la propagación del COVID-19, que surgió en una provincia remota de China, obliga a suspender los carnavales de Teguise. Aquello de que no había correlación entre un estornudo en Australia y la proliferación de la gripe en este lado del planeta ya no es una verdad estadísticamente válida. Ahora, los enormes avances técnicos y tecnológicos nos han hecho más grandes pero también más vulnerables a lo que antes era un eco transoceánico. Por eso hay que empezar a creerse el riesgo real al que estamos expuestos. No importa que no tengamos en este momento ni un caso de coronavirus en Lanzarote. El COVID- 19 está ahí, latente, en un espacio global en el que nosotros también interactuamos y de qué manera.

 Apostamos por vivir del turismo, por romper nuestro natural aislamiento y sumergirnos en un actividad económica que ha transformado muchas partes del mundo a base de mover, una y otra vez, a millones de personas con el mero afán de disfrutar, de ver, de sentirse más integrado en la bola del mundo que en sus propios rincones habituales. Fue, sin duda, un acierto. Hemos mejorado en capacidad y en calidad. Y también nosotros nos hemos sumado al fenómeno, además de cómo agentes beneficiados, como usuarios encantados. Otro acierto.

Pero ahora toca afrontar uno de los retos más complicados. Y debemos hacerlo con absoluta responsabilidad, aceptándonos tal como somos. Y dejando, en manos de los que saben, la dirección. Pero nuestro comportamiento es fundamental, sin el compromiso de todos y cada uno de nosotros no es posible el éxito. Un éxito, además, que queremos conseguir con el menor número de bajas y dañando lo mínimo posible nuestro sustento económico. Y son dos restricciones legítimas, razonables y loables. De nada vale salvarse del coronavirus si nos morimos de hambre. Igualmente, de nada vale salvar nuestra economía si caemos infectados, entre otras cosas porque de igual manera se vendría abajo el sector turístico insular.

Es el momento de confiar en nuestros médicos, nuestro servicio sanitario, y en la administración. No queda otra. Esta es de las guerras en las que no valen las deserciones. Toca ser obedientes, sacrificar el corto plazo festivo, y actuar con absoluta responsabilidad.  Cualquier otra cosa iría en contra nuestra, en contra de nuestra comunidad y pondríamos en riesgo la vida de las personas que más queremos.

¿Que después no pasa nada? Mejor que mejor. Sería el mayor premio a nuestro sacrificio. Pero lo normal en estos casos es que acabe pasando algo. Y que será mucho peor si no los limitamos a hacer lo que nos dicen. Es por nuestro bien, por el de todos. Vale la pena ser obedientes.

Comentarios  

#1 Manuel Gutierrez Ram 12-03-2020 22:42
Manolo no te asustes tanto, mira a Daniel Estulin, mira videos censurados, mira a premios
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