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Gracias infinitas Papá, descansa en paz

En memoria de Alfonso Salebe

Inimaginable que el verbo disfrutar podía asociarlo directamente a nobleza, amor, fuerza, lucidez o sentido de la realidad, valores claramente insuficientes para  dibujar la personalidad e integridad de mi padre, Alfonso Enrique Salebe Senior (DEP).

Estaba enfermito por una disfagia (dificultad para tragar alimentos sólidos y líquidos) y otras patologías derivadas de ella y de su avanzada edad, pero estable y muy bien atendido y mimado en casa por mi madre, Irma, su compañera de viaje por más de 50 años y mentora junto a él de nuestro hogar; mi hermana Astrid; y mi joven sobrino Alejo. La dedicación y cuidados de los tres a pie de cama y el acompañamiento familiar fueron tan importantes como la atención profesional domiciliaria y en clínica durante el trance final de su vida.

Foto en mi último viaje a Colombia. Una foto donde aparecemos de izquierda a derecha, mi hijo Mateo Salebe, mi sobrino Alejo Alonso, yo, y mi padre, Alfonso Salebe.

Complicaciones sobrevenidas obligaron a su traslado urgente a un centro asistencial especializado de Barranquilla (Col). Me encontraba en Tenerife pasando días de asueto al lado de mi familia. —Territorio desconocido para mí—, balbuceo por videollamada, sin perder su exquisito y medido vocabulario. —Sí, estuviste en Lanzarote, pero no en Tenerife—, contesté. — ¡Disfruten! —, replicó.  Y así como nunca imaginé que su “disfruten” pudiera convertirse en segundos en un compendio de valores ejemplares, tampoco sospeché que una palabra que augura tan buenos deseos pudiera hacerme llorar tanto.

A pesar de su estado crítico, pero clarividente hasta dos días antes de su deceso, el lunes 17 de agosto de 2020, a los 96 años de edad, fue capaz de tolerar  el fastidio que le provocaba la mascarilla de oxígeno y comunicarse para no dejar de expresar sentimientos paridos del alma: “hijo te quiero con todo mi corazón”.  Lo hizo durante toda su vida. Hijos, nietos, bisnietos, sobrinos y demás familiares podemos dar fe de ello, sin titubear.

El coronavirus impidió mi viaje desde Canarias (doce horas de vuelo) y el de mi hermana Martha desde Miami (dos horas y media). Las restricciones son iguales con independencia de los kilómetros de distancia, otro escarmiento del covid - 19.  Nos queda la tranquilidad que lo intentamos y que él lo entendió, muy a pesar de la situación que padecía.

— Es una calamidad —, me dijo sobre la pandemia en una de las videollamadas. Nos dio pena porque expresaba querer ver “frente a frente” a todos sus hijos: Iván, Edgardo, Martha, Astrid, Ivonne (DEP) y yo.

 

La manifestación de experiencias y recuerdos positivos sobre una persona afloran en el momento del fallecimiento y del duelo. Familiares y allegados lo hicimos recordando la figura de mi padre durante la ceremonia de despedida, participada mayoritariamente de forma virtual.

Pero es que de niño, de joven y de adulto, recuerdo a todos, a familiares, amigos, conocidos y compañeros de estudio y de trabajo, algunos de ellos discípulos suyos, elogiando en vida las virtudes de su persona. Educado, responsable, respetuoso, consagrado a la familia, comprometido con  su trabajo, solidario, agradecido con los demás, disciplinado, buen consejero, siempre lo escuchamos con atención y hasta el final,  y para los más cercanos, un marido, padre, abuelo, tío, primo y cuñado excepcional.

Nos enseñó, entre otras muchas cosas buenas, que no hay medios hermanos, hay hermanos, y que familia  es familia, no en vano mi hijo Mateo y mi sobrino Alejo llaman a su abuelo ‘El Patrón’, como consideración de persona modélica. “No tengo miedo a la muerte, tengo miedo a dejar la familia”, dijo en su lecho de enfermo a una terapeuta especialista en cuidados paliativos.

Riquísima herencia inmaterial sin beneficio de inventario que atesoramos, que seguimos aprovechando y sentimos la obligación de transmitir  al relevo generacional de la familia. ‘Estudia, trabaja y sé gente primero, allí está la salvación”, lo resume de maravilla en diez palabras el cantautor panameño Rubén Blades en unas de sus letras sociales.

Después de un paso efímero por la industria cervecera Águila de Barranquilla y quizá alguna otra vinculación de trabajo que no recuerdo, continuó su andadura laboral como cajero en el Banco de la República, banco central de Colombia, hasta llegar por méritos propios a la jefatura del Departamento Internacional de la entidad. Más de treinta y cinco años de intachable carrera como funcionario y servidor público que finalizó con una más que merecida jubilación. 

Fue brillante además como alumno del Colegio Salesiano, donde le permitieron hacer, y aprobó, dos cursos en un solo año lectivo. En el  emblemático edificio del barrio San Roque estudió y cosechó grandes amistades. La Asociación de Exalumnos Salesianos de Barranquilla no tardó esta misma semana en rendirle homenaje póstumo, también lo había hecho en vida hace unos años, reconociendo públicamente su cooperación  en la causa salesiana y su esfuerzo por la integración entre compañeros.   Lo hizo igualmente en el colectivo de jubilados del Banco de la República.

Estimo, cómo no, el regalo más preciado que pudo ofrecernos: la educación en casa, la más importante, y la formación académica, ¡nada menos! Su valor y trascendencia para mí son incalculables, aunque dentro del estado de bienestar también recuerdo con alegría inolvidables vivencias de ocio.

Me gustaba salir con él y con mi madre a paseos en fincas y otras reuniones culturales, festivas y no festivas y viajes de amigos y familia que eran como aulas lúdicas de la universidad de la vida. Me divertía hasta más no poder y siento que aprendí muchísimo escuchando e interactuando con gente mayor que yo.

También recojo de mi viejo la pasión por el fútbol, el gusto por el béisbol  y el  placer por la gastronomía autóctona y de otras regiones.  Fueron muchas tardes y noches de alegrías y tristezas en los estadios y jornadas de risas y de buen comer.

En ratos de celebraciones, la música formaba parte del regocijo. Le gustaba especialmente la música del maestro Pacho Galán, rey del merecumbé, ritmo que mezcla la cumbia y el merengue colombiano. Vestido de impoluta camisa guayabera, también bailaba   con mi madre temas predilectos de las orquestas venezolanas Los Melódicos y La Billos Caracas Boys, agrupaciones que marcaron era en Latinoamérica.

Me queda un cúmulo de experiencias, emociones y sentimientos por escribir. Repasando los mensajes de condolencias y muestras de cariño y admiración enviados por familiares, amigos y conocidos que disfrutaron de su compañía en distintas épocas y ámbitos, confirmo que me quedo corto en el dibujo de su perfil de vida, pero lo hago sentidamente desde el amor y el corazón. Gracias infinitas Papá, descansa en paz.

 

Nota final: En nombre de la familia, agradezco todo el apoyo personal, notas escritas, palabras de viva voz y mensajes públicos de solidaridad que demuestran  el aprecio a mi padre y el buen recuerdo que deja entre quienes lo conocieron y compartieron con  él.

Comentarios  

#11 Nelson Jacome Salebe 06-07-2023 14:21
Saludos primo, excelente descripción del tio abuelo (Nieto de Ives Salebe Senior) a quien me hubiera gustado conocer. Que mejor manera de exaltar las virtudes de tu padre. Fuerte abrazo.
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#10 Martha Salebe 26-08-2020 23:19
Alex describes a nuestro padre con el alma y con el amor que le has tenido el cual fue correspondido al 100% porque fue mutuo. Recuerda que nuestras hermanas celocillas siempre decian que tu eras el preferido. Pero igual te lo ganastes, eres muy especial y expresivo y eso gana. Nos queda la satisfacción de haber tenido un padre maravilloso, convertido ahora en el Angel que nos dará la luz que necesitamos para continuar nuestro camino sin su presencia. Siempre en nuestros ❤.
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#9 DANILO PARDO P 25-08-2020 16:38
Excelente tu escrito Alex. Gabriel Garcia Marquez, alguna vez escribio: "La vida no es aquella que vivimos, sino como la recordamos para contarla"...Puedo dar fe de que lo que narrastes es veridico porque compartimos tantos años como vecinos del mismo barrio y siempre estuve presente en los acontecimientos familiares, cumpleaños y otros y Alfonso tu padre siempre compartia sus grandes enseñanzas y buenas experiencias de vida.
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#8 Antonio Morales 24-08-2020 20:10
Una vez más amigo, como ya te dije por movil, mi enorme pesar por lo de tu padre, pero por el valor que les inculcó a todos ustedes como hermanos, hago partícipe sus palabras para extenderlas a esta sociedad y familias... Resalto lo gran capacidad intelectual, humana y familiar de tu padre, por como te has expresado en este artículo y que hermosa frases pusiste sobre ‘Estudia, trabaja y sé gente primero, allí está la salvación”.
Tengo que decir que conozco a Alex desde hace ya los casi 20 años al igual que al inigualable Arturo que nos dejó hice migas con ellos y pasé a ser amigo y ellos míos por nuestros concepto de lealtad y amistad verdadera, siempre aprendiendo al lado de ellos
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#7 Nardy Ruiz Pérez 24-08-2020 20:05
Después de leerte, querido Álex, no me cabe la menor duda de que tu padre “hablaba y el corazón le salía en el aliento”, como decía el poeta. Sus hijos e hijas son un claro ejemplo de la buena educación recibida. Mi más sentido pésame a la familia y a las miles de personas que le querían y apreciaban. Ahora seguirá habitando en nuestros corazones y en el Paraíso en el que creemos. Un fuerte abrazo
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#6 María Emma Gaitán 24-08-2020 17:56
Emotivo y gran descripción de Alfonso, un excelente ser humano, estandarte de rectitud, principios y valores, que deja de legado a su familia. Estoy segura que se reunió en el cielo con mis padres, a continuar con mi papá las tertulias que hacían en su adorada Barranquilla. Un abrazo para todos y que El Todopoderoso les dé la fortaleza para esta separación física.
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#5 Carmen Rosa 24-08-2020 08:52
Que sentimientos mas bonitos ...me encanto y me emociono a la vez y beso enorme para la familia...
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#4 Sandra acosta 24-08-2020 02:03
Soy la sobrina adoptada . La sobrina putativa . Desde que ingrese a la universidad y nos hicimos amigas Astrid, Katia y yo . Nos volvimos hermanas de vida .Los “cuchos” me hicieron sentir parte de la familia . Siempre le dije : tío . Este tío que no es de sangre , sino del alma. Gratos recuerdos nos deja tío Alfonso, recuerdos tiernos y divertidos . Cuánto respeto nos inspiraba. Lo recuerdo siempre son su periódico en mano... creo q no dejaba de leer ni las editoriales !! Era un bravucón con alma de Niño, nos regañaba pero siempre encontrábamos su buen humor . Su sonrisa y su mirada tierna , siempre va a estar guardada en mi memoria y en mi corazón . Lo vamos a extrañar , pero nos queda la bella sensación de saber que está gozando de la mejores compañías.
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#3 Verónica González 23-08-2020 23:07
Un mensaje muy bello primo, en donde muestras lo que significó tío Alfonso, nos queda en el corazón, que debemos seguir su legado.
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#2 Verónica González 23-08-2020 23:05
Excelente resumen de su legado primo, lo rescatable es llevarlo siempre en nuestro corazón y tratar de seguir su ejemplo, la vara está alta.un a ataco desde Colombia.
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