PUBLICIDAD

Una buena temporada

Se acabó la temporada 23/24 de lucha canaria en Lanzarote. Casi diez meses de luchadas repartidas en cuatro competiciones de segunda categoría (al margen de la regional femenina y masculina, y las de las categorías base) donde se mantuvo el interés de una afición que empieza a crecer, aunque le falte constancia y responda mejor ante estímulos de competitividad que de canariedad. Por ello, es importante que los seis equipos existentes, y los que puedan sumarse en el futuro, guarden un equilibrio que permita que las competiciones avancen con cierta igualdad en rivalidades abiertas que vayan decidiéndose al final de los torneos. No está mal aprender del pasado y de aquellos controles férreos que se hacía desde la Federación Insular de Lanzarote en los años ochenta del siglo pasado, bajo el mandato del recordado Juan Pérez, Pérez IV, para evitar que la bonita competición insular cayera bajo los influjos de ambiciosos presidentes de clubes, que anteponían la victoria de su equipo a la sana rivalidad que tanto gustaba a la masiva afición de aquellos años de ensueño en los terreros.  

Pero no nos perdamos en referencias pretéritas y enfoquemos bien en la temporada recién acabada. Y seamos optimistas. Ha sido todo un acierto de la Federación Insular que preside Sebastián Lemes y los presidentes de los clubes la incorporación de una competición, la primera de la temporada, al sistema tradicional de lucha corrida. Por primera vez, en Lanzarote. Sabemos que los destacados y hombres fuertes son reacios a este sistema en el que todo se decide en una agarrada y no hay opciones para reaccionar ante la sorpresa. Pero es esa medida la que refuerza la teoría de que el chico tira al grande en la lucha canaria, ya que es más fácil sorprender una vez que dos. David pasó a la historia por vencer una sola vez a Goliath. Le venció e impresionó al mundo, pero no se supo que se repitiera con otro gigante minutos después. A veces, lo novedoso es volver al pasado. Y la lucha corrida fue un acierto en una competición corta, a una sola vuelta, y con pocos recursos en los clubes para llegar a los 18 luchadores por equipo con un espectáculo equilibrado. Pero se hizo y gustó. La final en Uga registró un lleno absoluto.

Pero la competición central de la temporada es la liga, al sistema reducido de las tres las dos mejores, que da mayores garantías para los deportistas y es a lo que están acostumbrados los aficionados, que siempre esperan que todo pueda ser distinto en la segunda o tercera agarrada entre los mismos luchadores. Son treinta luchadas, a doble vueltas, diez por equipo en la fase regular y después semifinales a ida y vuelta y final única. Es en la competición donde se empiezan a resentir los luchadores, donde se ve el fondo de armario de cada club, y donde también se pueden producir los desequilibrios. Solo el San Bartolomé, con la lesión de José Manuel Mora, y el Yaiza se quedaron un poco relegados. Dándose también unas buenas semifinales. El público se mantuvo,  y la final en Arrecife, con la recuperación del terrero de la Ciudad Deportiva de Lanzarote, que, por fin, ya lleva el nombre de Heraclio Niz “Pollo de Arrecife”, fue todo un acierto y éxito. Otra conquista de esta temporada: Arrecife despierta y ya tiene, de nuevo, terrero y algunos trabajan en que vuelva la lucha canaria a la capital de la isla.

La tercera competición, la copa, a una sola vuelta, fue la competición más débil. Los equipos debilitados por las bajas no pudieron reaccionar y otros empezaron también a especular con los resultados y la liquidación de sus fichajes. Bajó el interés pero la final en Tao, sin registrarse un lleno, sí contó con una buena asistencia de público, principalmente de aficionados del Tinajo y del Tao, que se jugaban ambos conquistar su segundo trofeo, ya que el Tinajo fue campeón de lucha corrida y el Tao de la liga, al vencer, respectivamente, al San Bartolomé y al Unión Norte. La tercera competición se la anotó finalmente el Tinajo ante un Tao que ya empezó a mostrar síntomas de agotamiento, a pesar de tener uno de los mejores equipos.

Y llegó la cuarta competición, la última, la que cierra la temporada, con los cuatro equipos que mejor lo han hecho, colándose todos ellos en alguna de las tres finales previas. Es la Supercopa Mamerto Cabrera Medina, que va ya por su octava edición y rinde homenaje al principal mecenas que ha tenido la lucha canaria en Lanzarote. Los reyes de los coches de alquiler y venta de autos también lo han sido en los terreros con un patrocinio de competiciones, clubes, árbitros y torneos. Y este año, el presidente Sebastián Lemes, en su último año al frente de la Federación Insular, quiso dar otro paso valiente: adelantar las luchadas a las 20:00 horas, una hora antes, para favorecer que los aficionados vayan en familia a los terreros y permitir, también, que salgan de la luchada en tiempo y forma para dinamizar bares y restaurantes de las zonas colindantes. La pandemia adelantó el cierre de la hostelería y, ahora, la lucha canaria, hace compatible el cenar fuera con disfrutar de un buen espectáculo luchístico previamente. La prueba, a pesar de las resistencias de los de siempre, ha sido todo un éxito. Con lo que el próximo año, las luchadas serán a las 20:00 horas, un horario más ajustado a la nueva realidad.

Quedan muchas cosas por hacer. Muchísimas. Pero cuando ves que se empiezan a tomar decisiones y que se defienden con acierto, se abre un camino a la esperanza y al sueño que tenemos algunos de que la lucha canaria vuelva a ser el deporte central de estas islas nuestras. Aunque solo sea por una cuestión de identidad y porque tenemos una herencia deportiva, que bien cultivada y desarrollada, puede ser todo un ejemplo de convivencia y espectacularidad.

Echamos todavía muchas cosas de menos. Pero hoy quiero ser optimista y resaltar lo que tenemos de más que la pasada temporada. Y les agradezco a la federación y clubes esos pequeños pasos en positivo que nos llevarán a dar otros más grandes en el futuro si lo hacemos con fuerza y decisión. Ya están a la vuelta de la esquina, el próximo 26 de octubre, las elecciones para gobernar las federaciones y ese tiene que ser el espíritu de los nuevos dirigentes: llevar la lucha canaria a todos los canarios y atraer a todos los canarios a nuestro deporte vernáculo por excelencia. No  hay otra.

Escribir un comentario

Código de seguridad
Refescar