Disparates sin tregua
- Alex Salebe Rodríguez
A finales de enero bajaron del caballo de la primera vicepresidencia del Cabildo de Lanzarote a Jacobo Medina (PP). Por luchas internas de poder en su partido, la misma cúpula insular del Partido Popular obligó a su socio de gobierno, Coalición Canaria (CC), a realizar este movimiento que debilita la figura del político conservador en su rol de cargo público.
Apartado Medina, se acentuó el cachondeo por el chaleco reflectante, ya casi que alegórico, que acostumbraba a lucir en fotos y vídeos de visitas a obras o lugares que serían objeto de actuaciones por parte de la Primera Institución de Lanzarote, entre ellas, el socavón que acaba de cumplir cuatro años adornando la carretera de Los Hervideros como monumento a la desidia.
Este vacilón en redes sociales y medios de comunicación es una pequeñísima muestra de la imagen construida por políticos y políticas que son reconocidos por la sociedad, más por su postureo desmedido y apariciones coloristas, que por su gestión de gobierno.
El disparate es de sin fin cuando a la burla se adhieren otros políticos y políticas figurines que hacen exactamente lo mismo, mucha fotico y de resolución de problemas, poco o nada. La población termina identificando este falso modelo de éxito y discurso simplista que desemboca en el señalamiento a una clase política desacreditada que no hace nada por reaccionar.
Si son de campeonato estas guerras intestinas, el odio que estupidiza, como afirmó Pepe Mujica en su despedida de la política, y fantasías de poder que observamos en parcelas cercanas, que terminan entorpeciendo el buen curso de las administraciones públicas y en consecuencia el bienestar ciudadano, cómo no van a preocupar las fantasías de poder de grandes potencias mundiales que amenazan el Planeta y países vulnerables sin importar en lo más mínimo sus durísimas realidades sociales.
Esta semana hemos sido testigos de toda una retahíla de despropósitos que nos llevan a pensar en las reflexiones del movimiento activista que advierte que nunca hay conquista definitiva de derechos, porque siempre está latente el peligro de regresión.
Abominable la recreación en vídeo que hizo Trump de la Franja de Gaza convertida con IA en una zona turística opulenta llena de edificios, donde él bebe copas con Netanyahu, Musk aparece en medio de una lluvia de dólares y destaca una estatua de oro del propio presidente de USA, chiflado por enseñar al mundo su proyecto “Riviera de Oriente Medio”. Difícil encontrar mayor desprecio al pueblo palestino y a las 47.000 personas asesinadas por el Estado sionista de Israel con la connivencia de USA y el silencio cobarde de la comunidad internacional.
Este plan macabro Gaza 2035 que celebra el genocidio ya había sido anunciado en la rueda de prensa ofrecida en la Casa Blanca por los aliados de la muerte y la ocupación, en la que Trump aseguró que USA debería controlar Gaza y echar a toda su población a Egipto y Jordania para “reconstruirla” en un fantasioso resort. A todas estas, sobre Netanyahu sigue pesando una orden de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra y de lesa humanidad, pero todos tan tranquilos.
Despropósito también el de estos días en España con la visita show del presidente de la Comunidad Valenciana a Madrid, en un desayuno informativo con periodistas, para intentar explicar, pero sobre todo justificar, su actuación en la tragedia de la DANA, versión de Carlos Mazón (PP) que podemos resumir en que la culpa de la falta de previsión e información a tiempo de las alertas a la población para evitar 224 muertes por inundaciones fue del Gobierno de España y no de la Comunidad Valenciana.
Cuatro meses después de la emergencia, Mazón huyó de Valencia a Madrid a entregar su enésima versión de los hechos, pero el presidente de la Generalitat está ahora más hundido y acorralado por sus mentiras y contradicciones hasta el punto de que se está quedando sin defensa dentro de su propio partido.
También esta semana, y como hoy casi todo lo podemos ver en directo, fuimos testigos del soberano regaño que le dieron Trump y su vicepresidente Vance al presidente ucraniano Zelenski, convertido ante las cámaras en un perrito ‘regañao’, y eso que tiene buen dominio de los registros por su faceta de actor, pero fue de tal calibre la humillación que no pudo ocultar su desánimo. Después de esta encerrona llena de reproches, a Zelenski y al mundo les queda todavía más claro que el fin de la guerra pasa por un acuerdo directo entre USA y Rusia, con Ucrania en papel secundario de observador. Trump siendo Trump, o es que la UE pensaba que la criatura había cambiado.
¿Quién se acuerda ahora de Maduro?, el Cabildo de Lanzarote que este febrero ha reconocido a Edmundo González como “presidente electo de Venezuela”, el mismo mes en que Estados Unidos ha revelado el uso irregular de 116 millones de dólares entregados a la oposición venezolana durante el “gobierno interino” del autoproclamado Juan Guaidó, millones recibidos a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid). Así sigue el patio.
Comentarios