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EL PARCHE DEL GOBIERNO CON EL TURISMO Y LA COVID ES MÁS PEQUEÑO QUE EL AGUJERO

 

El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres,  informó este lunes a su Consejo Asesor de que el Gobierno autonómico prepara una regulación propia que minimice los riesgos de incidencia y propagación de la COVID-19 por posibles casos importados. Esto se pretende conseguir con la obligación de que se cumpla con el requisito de que todas las personas que se alojen en un establecimiento turístico reglado se sometan, previamente a su viaje, a una prueba que acredite no ser transmisor de la enfermedad o que bien ésta se realice nada más llegar al Archipiélago.

El decreto ley que prepara el gobierno se recibe como un jarro de agua fría después de meses pidiendo que se controlara la entrada en puertos y aeropuertos con pruebas covid-19 a todos los pasajeros vinieran de donde vinieran. De eso hemos pasado, a última hora, y con miles de turistas ya entrando sin ninguna prueba ni control, a que acrediten “en los establecimientos turísticos reglados” con una prueba covid-19 que no son transmisores. O sea, que aquellos que se alojen en otros lugares, posiblemente en situaciones de mayor riesgo, no tienen que presentar nada y, además, ¿qué hacen los hoteleros con los que se presentan sin prueba y qué se hacen con los que llegan simplemente contagiados porque no se les exige nada para entrar en la isla? Muchas dudas y demasiados riesgos para inventar algo mucho peor que lo que ya hacen, con buenos resultados, en otros sitios: controles de pruebas covid-19 en la entrada y la salida de los aeropuertos y puertos. Si después de seis meses y con un estado de alarma que avale no son capaces sino de aportar esto es que falta mucho fundamento y rigor y sobra propaganda.  Este parche del gobierno está muy lejos de tapar el agujero que son las entradas de miles de turistas diarios procedentes de países con una elevada incidencia de la pandemia.

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