MENOS RESTRICCIONES, MÁS CONTROL Y COMPROMISO

Lanzarote consiguió ayer bajar del nivel 2 al nivel 1 de seguridad sanitaria.

Se esperaba como agua de mayo porque eso significa más actividad económica al aumentarse los aforos de restaurantes y otras muchas actividades, además de la apertura del ocio nocturno. Es una buena noticia. Pero se puede convertir en un desastre si, a la vez, no se intensifica el control de las medidas. Es fundamental, ahora que podemos estar más gente en los restaurantes y demás, que se respete la distancia social y el uso de la mascarilla. Y ahí, junto con la responsabilidad de cada cual, tienen que estar el personal de los establecimientos públicos y las fuerzas de seguridad del Estado para velar por su cumplimiento. Es verano, la gente quiere fiesta, los jóvenes no paran y se hace necesario comprender rápido que el virus sigue entre nosotros y que al haber más gente en la calle los riesgos son mayores. Claro que se puede disfrutar pero dentro de un orden. Subir al nivel 3 o 4 es lo más fácil del mundo. Lo sabemos por experiencia propia y por lo que está pasando en otras islas. La vecina Fuerteventura ya ha iniciado la subida. Seamos cautos y pongamos todos los medios para conservar este nivel.