¿HABRÍA QUE ERRADICAR EL CONEJO EN LAS ISLAS CANARIAS?

A raíz del estudio “Cinco siglos de invasión del conejo europeo (Oryctolagus cuniculus L.) en ecosistemas árido-secos de Tenerife”, de Juana María González-Mancebo, Jonay Cubas y  Víctor Bello-Rodríguez & Marcelino del Arco, algunas personas defensoras de la flora y fauna autóctonas se muestran favorables a declarar a este roedor especie invasora y promover su erradicación de todas las islas canarias.   

En el estudio se considera que “los efectos de especies invasoras en islas oceánicas han sido ampliamente estudiados a escala global. Sin embargo, en Canarias tenemos aún poco conocimiento de la repercusión que han tenido en nuestros ecosistemas, y de cómo siguen influyendo en la degradación de los mismos. Esto es especialmente patente en el caso del conejo europeo, ya que es una especie generalmente poco visible, que se alimenta sobre todo de juveniles, por lo que su efecto se reconoce especialmente por las ausencias, más que por los individuos dañados”. El impacto del conejo, introducido por los europeos a su llegada a las islas, ha sido muy dañino para el ecosistema ocasionando la pérdida de una importante cantidad de especies autóctonas de la flora canaria.

Hay quienes van más lejos y aseguran que, con su desaparición, no sólo se logra reducir el impacto propio de los conejos sino también los que acarrean los cazadores que tienen como principal pieza este roedor. Apuntan a que acabando con los conejos, se acaban con los destrozos que causan los cazadores, que “derriban muros de piedras, se mueven sin control por espacios protegidos y, además, tienen a sus podencos al borde del maltrato animal”. Está claro que los cazadores no pensarán igual ni de los daños que les imputan a ellos ni estarán de acuerdo en hacer desaparecer a los conejos de la faz de la tierra canaria.

 El debate está abierto pero será muy difícil cerrarlo. Como también parece altamente difícil acabar con los conejos de un día para otro. Y si no se acaba con los conejos, tampoco parece muy acertado prohibir la caza que es un medio de regulación de su especie. En fin, que opinen directamente los afectados.