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DEL SUSTO DE LA PRESIDENTA A LAS GAMBAS DE ÉRICA “LA DE LA SER”

La verdad es que una final de lucha canaria, donde había casi mil personas en el Terrero Municipal de Tinajo, da para mucho.

Aparte del grandísimo espectáculo luchístico que se disfrutó, con dos equipos, el Tinajo y el Tías, completamente entregados y peleando hasta el final por la victoria, hubo anécdotas curiosas fuera del terrero dignas de mencionarse. Por una parte, el público que estaba sentado detrás del equipo de Tías lo pasó verdaderamente mal cuando la presidenta del Cabildo de Lanzarote, María Dolores Corujo, al irse a sentar en la segunda fila de gradas, perdió el equilibrio en la primera fila, al pisar mal, y dio la impresión de que iba a caer de espaldas al suelo. La rápida reacción del asesor Roy González, que la acompañaba, que consiguió agarrarle a tiempo, evitó un desenlace que pudo haber sido, como mínimo, desagradable. Aunque conocemos los nexos familiares de María Dolores con grandes luchadores de San Bartolomé. Sin ir más allá, es prima del destacado A Roberto Berriel, que milita actualmente en el Unión Norte, nadie quería que “La Comandante” se cayera. Y así ese sector de la grada respiró aliviado al ver que no pasó nada. Roy se ha anotado aquí un punto importante. No todo el mundo salva a su presidenta de una caída.

Pero para anécdotas, la de la periodista de Ser Lanzarote, la majorera Érica Cerdeña, que lleva la lucha canaria en la sangre, como casi todos los majoreros.

A la mujer no solo la pudimos ver disfrutando de la luchada, sino que, además, se ganó la rifa de esa noche. Cuando Miguel García, locutor de la luchada, dijo el número, Érica se llevó la alegría de tenerlo y dos kilos de gambas de La Santa, que era el premio. ¡Dos kilos nada menos! La delegación de Lanzarote de la Ser va a estar oliendo a mariscos de calidad por lo menos un mes.

La tercera, fue un desagradable incidente. El destacado C del Tías Hacomar Elvira, que fue un verdadero jabato en la luchada, derribando a los dos B del Tinajo y peleando hasta la extenuación en la dos últimas agarradas con el C Cristian Morales para llevarse la victoria, acabó por los suelos al final. El hombre llegó completamente  agotado por el esfuerzo y triste por el resultado a su bancada, se sentó en un banco y, sin darse cuenta, se dejó ir hacia atrás y se cayó al suelo, ante la sorpresa de la grada más cercana. Al final, tampoco pasó nada y quedó en otra anécdota de la noche.

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