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DOS CIUDADANOS BIEN INFORMADOS QUE OPINAN SIN COMPLEJOS

Las mañanas radiofónicas lanzaroteñas están llenas de tertulias de toda índole, aunque predominan claramente las políticas. Son mayoría también las que se componen por representantes de partidos que más que a debatir van a las mismas a airear los argumentarios de sus organizaciones políticas y no hay quién les saque de los mismos, por ridículos que puedan sonar en algunas ocasiones. Eso lleva a que los debates sean realmente descafeinados, las opiniones previsibles y el acuerdo imposible.

También a veces aparecen tertulianos sin etiquetas, aunque alguno/a/s tuvieran más que el anís El Mono y colaboran con los profesionales del medio en el análisis de la actualidad. No es fácil que un ciudadano mantenga el nivel, aunque tampoco se le pide que actúe como un profesional, sino que diga con naturalidad lo que piensa, para que sea un reflejo de la sociedad. Muy pocos lo consiguen, por falta de espontaneidad, de recursos orales o por no estar lo suficientemente desinhibidos como para dar sus opiniones sin complejos. Blanca Blancas y Domingo García sí que lo consiguen.

Estos dos tertulianos, Blanca y Domingo, que se les puede oír en “El Pejeverde”, de Radio Lancelot, han sabido encontrar su rol en las ondas y opinar con absoluta libertad, que no es otra cosa que decir lo que quieren en cada momento. Cuando otros colaboradores se empeñan en seguir las líneas de los conductores de los programas, aunque sean erróneas o simplemente alejadas a su pensamiento, Blanca y Domingo prefieren decir su opinión. A su manera, sin complejos, sin querer ser profesionales, solamente transmitiendo lo que ellos creen en cada momento. Tienen la ventaja de que les gusta leer, que tienen sus trabajos fuera del entorno político, de que fueron políticos, en Alternativa Ciudadana, pero ya no tienen vínculos con ningún partido, ni parece que quieran tenerlo. No es fácil destacar entre tanto ruido mediático, ni entre el montón de tertulianos de todos los pelajes que se mueven por las incontables emisoras de radio de la isla. Pero ellos lo han conseguido. Evidentemente, no compartimos todas sus opiniones, ni mucho menos. Seguro que ellos tampoco las nuestras. Pero la forma de construirlas y exponerlas, sin miedo ni filtros nos gusta. Y lo decimos.

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