LO QUE LA FAMILIA UNE QUE NO LO SEPARE LA POLÍTICA
- J.B.C.
Se acaban de constituir los ayuntamientos, el lunes toman posesión los consejeros del Cabildo y el martes hacen lo propio los parlamentarios canarios. Han salido un montón de cargos, lanzaroteños que van a disfrutar de cuotas de poder, de información privilegiada y, muchos de ellos, de sueldos y prebendas que pagamos entre todos, por salir de las arca públicas.
Tenemos 127 concejales, 23 consejeros en el Cabildo y 9 (8+1) parlamentarios. Todos recién salidos de las urnas. Nada más y nada menos que 159 personas electas por nosotros, que deberían tener como principal objetivo trabajar en beneficio de la comunidad y solucionar los problemas que se nos presentan como comunidad. Y no lo hacen solos. Muchos de ellos arrastran a su familia con ellos al cargo público. Y actúan de igual forma los socialistas, los populares y los nacionalistas. Y no es nuevo en Lanzarote. Tenemos referencias históricas del siglo pasado cuando el alcalde socialista de Arrecife de los años ochenta y noventa, tenía a su esposa entre sus concejales. José María Espino y Asunción. También en Teguise el insularista Dimas Martín tenía, primero, de concejales a los hermanos Hernández, Higinio y Juan Pedro, y acabó, luego, con su dos hijos metidos en política, uno, Dimitas fue concejal y llegó a ser alcalde de Teguise, y el otro, Fabián Atamán llegó a ser vicepresidente del Cabildo con Manuela Armas de presidenta, por aquellos rocambolescos pactos PIL-PSOE, e, incluso, fue parlamentario regional. También en el PIL convivió la pareja Emilia Perdomo y Florián Corujo, de concejales en Arrecife, y de concejala y asesor en el mismo ayuntamiento. También eran famosos los rollitos del norte de los hermanos Pérez, que ahora disfrutan del éxito del aloe vera. En el PP, en el pasado mandato, sin ir más lejos, Saro González no solo era concejala de Arrecife al mismo tiempo que su hijo Jacobo Medina era consejero del Cabildo, sino que, roto el pacto del Cabildo, tuvo a su propio hijo de asesor del Ayuntamiento. En ese mismo ayuntamiento, el de Arrecife, el nacionalista Echedey compartía bancada con su pareja, Abigail, tanto en la oposición como en el gobierno, ¿Cómo era aquello de las bodas de tanto en la desdicha como en la fortuna? Pero es que en Arrecife, el dicho de “la familia es la familia”, o el partido es una familia, se lleva a rajatabla. Así, como ejemplo, también se suma el PSOE que tenía a Alfredo Mendoza, su cuñada Cristina Duque y a la ex de esta, Roy González, como tres de sus cinco concejales. La familia que trabaja unida no sé si permanece unida, pero por el momento tiene sueldo público si se tercia.
¿Ha cambiado la cosa en este mandato que empieza? No mucho, la verdad. Y todavía falta por conocer los enchufes, donde siempre salta algún familiar de algún cargo electo. Por ejemplo, ¿hay alguna probabilidad de que un concejal popular del Ayuntamiento de Arrecife acabe teniendo a su pareja de asesor en el Cabildo? Pues habrá que esperar para saberlo a que se nombren los asesores. Y no solo del Cabildo sino de todos y cada uno de los ayuntamientos de la isla y puestos intermedios en el Gobierno de Canarias. Los que vuelven a tener nidito institucional juntos en el Ayuntamiento de Arrecife son la pareja nacionalista, con plaza y gobierno, Echedey y Abigail, y el trío socialista, José Alfredo, su cuñada Cristina y Roy, a los que se suma el socialista José Antonio González Pérez, hermano de la que será la número dos en Cabildo, Ariagona González, ambos hijos del socialista González Arroyo que imprime papeletas dejando su sello personal en las del PSOE.
Pero quizás el campeón de la máxima “la familia se mantiene unida si está bien colocada en la política” sea Jesús Machín. El más de veinte años alcalde de Tinajo no solamente comparte siglas políticas con sus hijos sino que los tiene repartidos en los mejores cargos. Así su homónimo, Jesús Machín (junior) es consejero, el número dos en el Cabildo, y su hija Migdalia tomará acta de parlamentaria la próxima semana. Además, es la secretaria insular de CC y algunos, incluso, la meten en las quinielas de ser consejera del Gobierno de Canarias. Y todos en el mismo partido. Los Kennedy, creo, eran menos. Así tienen mosqueados a los primos socialistas de Tinajo, al parlamentario Marcos Hernández Guillén y a la concejala Begoña Hernández, que se cansan de repetir como candidatos pero ven cómo el de La Vegueta que vino de Teguise, es invencible, por el momento y veinte años después. Aunque, en fin, está Marcos como para sacarle a relucir los cacharros de pintura a nadie.
Ya verán que estos no serán los únicos casos en los que la familia se prioriza sobre los afilados y los que valen a la hora de hacer listas y nombrar cargos. Lo que sorprende es que los avezados políticos que lo hacen se hagan los ofendidos cuando se les recuerda. Algunos, incluso, te dicen que son los mejores para su cargo, como provocándote para que le digas cuatro verdades que luego afrontarán como si fueran insultos. Se han cargado aquel sabio dicho de que “cada uno en su casa y Dios en la de todos”. Ellos, claramente, prefieren “mis familiares en la casa de todos y Dios clavadito en la cruz”. En fin, la familia es la familia. Y si hay que alimentarla, mejor hacerlo entre todos. Pero solo la de ellos, no vayan ustedes a pensar mal.