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De aflojarse el cinto a quitarse la corbata

 

 

La portavoz del Grupo Socialista en el Cabildo de Lanzarote, Ariagona González, parece que está dispuesta a ganarse la subida de sueldo que ha tenido de consejera, gracias a la generosidad del presidente consigo mismo y el resto de sus compañeros de pupitre plenario. La mujer, que tuvo que zafarse del Congreso de los Diputados por la voluntad de su jefa de filas, la secretaria insular María Dolores Corujo ( ¿O vuelve a ser Loli Corujo?), de acudir ella misma como cabeza de lista provincial, demuestra contundencia ante un presidente que no se sale de sus consabidos poses de marketing y relación apresurada de promesas. Además, tiene la costumbre de contar las obras, que encima vienen necesariamente del anterior mandato en los primeros cien días, como si se trataran de gestas. Tiene muy asumido su papel de mago. No de Rey Mago, que es lo que quiere aparentar, sino de mago de truco barato y feria de tercera. Aquel que hace una cosa pero quiere que el público vea otra. Que mete un pañuelo en el sombrero y saca un conejo de la chistera. Y, claro, estás cosas dan risa porque todos sabemos que la magia es eso: engaño. Si se hace como espectáculo es todo un arte, pero si hace en política es una mera maniobra de distracción cuando se es incapaz de afrontar los problemas de verdad. Y, en ambos escenarios, suena a ridículo cuando se descubre sobre la marcha lo rancio de la habilidad y el propósito de engaño.

«No sabemos si es que Oswaldo Betancort oculta algo terrorífico en su cuello y necesita esconderlo bajo la corbata o da a entender que tomará algún tipo de represalia», señaló Ariagona González advirtiendo que «en ningún caso, Oswaldo Betancort va a decidir de qué podemos hablar o qué podemos preguntar, por muy amenazadora que resulte su advertencia de quitarse la corbata y por muy irrespetuosas que sean sus intervenciones». Así se lo soltó Ariagona al hombre que vino de Teguise a imitar a Dimas Martín y posiblemente corra riesgos parecidos acompañado por jóvenes que este formó y que hoy ya están talluditos y tallludita y engrasados suficientemente. Amenazó el presidente con “quitarse la corbata” en el fragor de la batalla con la sobrina del "marqués" majorero y esta le replicó sacando las espuelas ante quien sabe que se asusta cuando se  le aguanta el pulso. Y ella lo sabe muy bien porque fue con el medio de cabecera de su partido donde ya demostró la facilidad con la que se afloja las prendas de vestir. En aquella ocasión, ante una  amenaza nada velada y sí muy agresiva, en plena hora del almuerzo, y a través de las ondas, el hombre que quería ser presidente se aflojó el cinto. Ahora, presidente ya, amenaza con quitarse la corbata. Estoy por pensar que los aprietos de Ariagona se los puso de corbata. Y de ahí la prisa en aflojar de alguna manera la tensión.

Oswaldo no olvida que  Marcos Bergaz solo, sin ninguna compañía ni infraestructura,  le redujo la popularidad en cuatro años a mínimos históricos como alcalde en Teguise. Hasta el punto de que si no hubiese sido propuesto por CC como candidato al Cabildo, se hubiese ido con NC, el PP o quién le ofreciera la opción de encabezar lista. Cualquier cosa, menos quedarse en Teguise, donde él ya tenía perfectamente testado con encuestas y más encuestas que perdería frente al inquieto socialista, finalmente el más votado en aquel territorio que perdió CC por cuatro años de dejadez en casa y diversión en Tenerife del que fuera alcalde pero  disfrutaba más de parlamentario. Si eso lo hizo Marcos Antonio solo, emulando al romano de nombre parecido, ¿qué le puede esperar con toda la maquinaria socialista insular detrás? ¿Se acordará, en esos casos en los que se cree Dimas, de los baños de Los Dolores, de la Auditoria del Complejo y de la visita a la UCO en Madrid de los cuatro innombrables?

Oswaldo, con el gallego Ángel de escudero (que antes de irse de guerra con el presidente ya se cree que ha dado cuenta de todo al enemigo), amenaza con soltar de un día para otro toda la basura que él dice que amasó el PSOE en cuatro años de orgía del poder incontenida. Pero piensa en 12 Marcos contra él, como apóstoles de la izquierda resucitados y le aprieta la corbata. Piensa en el medio de comunicación cercano al PSOE en contra de él y se le afloja el cinto. Y así no es de extrañar que se vaya antes de vientre que de la lengua.

El que pierde el tiempo amenazando, no quiere la guerra. Está buscando un armisticio: que prometan callarse las barrabasadas que él pueda hacer a cambio de él guardar las que ellos ya pudieron haber hecho. Pero me da que el PSOE solo quiere que se calle él las de ellos. Y eso lo tienen asegurado mientras el presidente sea Oswaldo y se suelte el cinto con más premura que la corbata.

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