Ejemplo de los ‘nadies’
- Alex Salebe Rodríguez
Es bastante probable que el texto definitivo de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) de Regularización se vaya descafeinando en el camino del trámite hasta su aprobación, si es que finalmente prospera y entra en vigor, o que sencillamente quede en una simple declaración de buenas intenciones de los grupos políticos que han manifestado su apoyo en el Congreso de los Diputados, pero el solo hecho de su admisión a trámite esta semana en la Cámara baja es una lección de los ‘nadies’ a toda la sociedad.
Mujeres y hombres ‘irregulares’ consiguieron 700.000 firmas para avalar la ILP que pretende dar papeles a medio millón de inmigrantes en España. Los ‘nadies’ se lo curraron, y tanto, que lograron el apoyo de Cáritas, la confederación oficial de entidades de acción caritativa y social de la Iglesia católica, una firma que quizá empujó al Partido Popular a apoyar la ILP con reservas.
Habrá enmiendas del PP y también del Partido Socialista, ambos lo anunciaron, las dos fuerzas con mayor representación en el Congreso, por eso y por presiones interesadas la iniciativa puede quedar en poco o nada. Lo cierto es que repasando la historia de iniciativas legislativas populares, son solo dos las que han podido prosperar.
El camino es pedregoso pero la convicción de los ‘nadies’ asentó el primer paso. Los meros aspirantes a ciudadanos han dado una lección en su búsqueda de derechos porque quienes somos o nos creemos ‘alguien’ y sufrimos a diario la vulneración de derechos fundamentales en sanidad, educación o vivienda bien podríamos emprender acciones contundentes para hacer respetar lo que manda la Constitución.
No faltarán los xenófobos que prefieran cañonazos, no faltarán quienes digan que se premia a los “irregulares”, pero quién a día de hoy se puede imaginar el funcionamiento de la industria turística sin la fuerza de trabajo del inmigrante, quién se puede imaginar el sector primario sin la mano del inmigrante, quién se puede imaginar el sector de la construcción sin albañiles o peones extranjeros o quiénes asumen mayoritariamente en España la atención domiciliaria de personas mayores o tareas varias de servicio doméstico.
La regularización, si llega, tendrá que venir acompañada de mayores esfuerzos en inspecciones de trabajo. Para nadie es un secreto que empresarios desaprensivos se aprovechan de la necesidad para pagar menos a inmigrantes sin papeles y ahorrarse costes de seguridad social, una realidad que lastra los intereses del sistema en educación, salud y hasta en la caja de las pensiones, prestaciones todas que tienen que se reforzadas con o sin regularización.
La Iniciativa Legislativa Popular de Regularización tiene objetivo propio, pero es un toque de atención al letargo que padecemos. Estamos ensimismados en la contemplación sin reacción a los atropellos, y todavía hay quienes señalan al fenómeno migratorio como el culpable supremo de todos los males. Enhorabuena a los ‘nadies’ por su lección.