Trabajadores 'amordazados'
- Jesús Manuel Díaz Lorente, delegado de CSIF Canarias
Es lamentable que en una sociedad democrática y en un Estado de derecho nos encontremos con centros de trabajo donde los trabajadores tengan una especie de mordaza que les impide expresarse libremente por miedo a molestar u ofender a sus jefes.
En muchos centros se impone sutilmente la 'ley del silencio' de manera que, si los empleados desean hablar de cuestiones laborales que afecten al centro de trabajo, lo tienen que hacer a escondidas no sea que se entere el jefe y haya represalias. Silencio cómplice cuando hay sindicatos por medio. Vaya manera de defender al personal.
Es una especie de dictadura la que se vive en muchas empresas tanto privadas como del sector público contra la que hay que rebelarse. Basta ya. No hay que tolerar las maneras despóticas que se implantan en muchos centros de trabajo fruto del hecho de que no todo el mundo está preparado para ser jefe.
La 'mordaza' y el acoso o 'terrorismo' laboral van de la mano.