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Un año después de aquel 28 de mayo (I)

 

Y ya pasó un año. Y así llegaremos al 2027, a las próximas elecciones locales. Sin apenas darnos cuenta, sin ver grandes diferencias. Y, posiblemente, un poquito (o un montón) más desilusionados. La vida es así. El madurar conlleva la pérdida de la inocencia, el aceptar que siempre nos decepcionan aquellos en los que confiamos. Los otros, aquellos en los que no confiamos, nos pueden mentir pero rara vez consiguen engañarnos y nunca nos decepcionan. Tengo todavía metido en mis oídos el sonido del móvil que me despertó diez minutos después de dormirme a las cuatro y diez de la mañana de aquella madrugada del 29 de mayo, pero solo miré la pantalla. No atendí la llamada. Sabía qué quería. Y cuando la gente está contenta siempre encuentra mejores opciones, con sus mejores amigos. Yo también tenía una mejor opción: podía dormir un par de horas, después de un largo día electoral, con noche electoral televisiva agotadora incluida. Había cambiado algo la realidad política insular, pero no tanto.

Jesús Machín, la vida sigue igual

Ya hace un año que Jesús Machín (CC) reforzó su mayoría absoluta en el plenario del Ayuntamiento de Tinajo. Con nueve concejales de trece, sigue haciendo exactamente lo mismo que hacía antes con siete. No hay novedades, más allá de su alegría de seguir cuatro años más al frente del municipio de Tinajo y ya van veinticuatro. Su alegría de aquel día era esa: saber que podría seguir viviendo en su zona de confort, en su alcaldía, con su pueblo entregado. Tanto la socialista Begoña Hernández como el renovador Antonio Fernández (MRT) vieron menguadas sus fuerzas. Ambos, con un par de intentos infructuosos por desplazar al sempiterno Jesús de La Vegueta, deben revisar sus estrategias y olvidar la obcecación para intentar dibujar una alternativa más ilusionante para sus convecinos que seguir al mismo de siempre con los mismos cuentos de siempre.

Isidro, San Bartolomé como propósito

 También renovó mayoría absoluta el PSOE en San Bartolomé. Aunque ya no está el icono socialista que la conquistó por primera vez para los suyos en 2019, el recordado y querido Alexis Tejera, su heredero político natural,  su amigo del alma Isidro Pérez, no solo no la perdió sino que la amplió peligrosamente. Su éxito le ha colocado en la diana de los líderes de otros partidos y en la de sus enemigos internos, pues todos le ven como el rival a batir si quieren salirse con la suya. De hecho, tanto CC como el PP tienen en San Bartolomé centrada su campaña de desprestigio del PSOE, por ir adelantando el trabajo que se le puede acumular en la campaña electoral futura. Creen que Isidro puede seguir los pasos de María Dolores Corujo, que también fue alcaldesa de San Bartolomé y acabó siendo presidenta del Cabildo, dejando a Pedro San Ginés y sus 10 años de gobierno con tres palmos de narices en la triste oposición.

En San Bartolomé, 17 ediles, menos de 20.000 habitantes, la oposición no tiene concejales liberados. Tampoco los tienen en Tías y Teguise, a pesar de que tienen más de 20.000 habitantes y 21 concejales. Ni en Yaiza, ni en Tinajo ni en Haría. Pero eso no es verdad del todo. Los partidos, cuando gobiernan en otros lados, arman a sus tropas en aquello sitios en los que no gobiernan. Con ello, matan dos pájaros de un solo tiro. Por una parte, les hacen más leales a sus predicamentos (poderoso es don dinero) dentro del partido y, por otra, los utilizan para atacar a sus enemigos, con pólvora local, allí donde gobiernan. Y en San Bartolomé, hay mucho de eso. Tanto el PP, con dos concejales, como CC, con tres, los dos únicos partidos de la oposición, han liberado a sus portavoces en la plaza. La presidente del PP, Astrid Pérez, se ha llevado con ella al Parlamento de Canarias a Jeziel Martín, y el presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort, aunque antes no podía verle ni en pintura, porque decía que olía más a quemado que el Complejo Ambiental de Zonzamas, ha hecho lo mismo con David Rocío, al que ha fichado como asesor. Ambos, Jeziel y David, con sueldo y sin muchas cosas qué hacer, se dedican a guerrear contra el músculo socialista más poderoso, el grupo de gobierno de San Bartolomé (12 de 17  ediles), animados por sus jefes de filas insulares, como si en ello les fuera la vida y el salario.

Desgraciadamente, confunden la realidad con la hipérbole y eso, a tres años de las elecciones, suele tener menos credibilidad que Sergio Machín cuando decía que él era un hombre de partido, que sería del PSOE para toda la vida. Y la vida le ha dado tiempo para que se haya recorrido todo el arco político del PSOE a CC, de CC al PIL, del PIL al APL y del APL, de nuevo, a CC, sin pasar por el PSOE, que ese partido ya lo conocía (y ya le conocían) muy bien. ¡Qué larga es la vida! A veces es toda una madeja que da la mejor versión de lo que hemos sido. Aunque no hay nada mejor que pasarla con buen sueldo, aunque sea en la oposición.

Mañana, más.

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