¿La diferencia entre un puntal C y un destacado A es un destacado C?
- MANUEL GARCÍA DÉNIZ
En estas fechas, de final de temporada y preparación de la siguiente, la familia de la lucha canaria está haciendo números para ver cómo se afrontan las competiciones venideras. Por una parte, ya está sobre la mesa la clasificación provisional de luchadores (https://feluchacanaria.com/2024/ ), que nos deja un total de 283 luchadores con letra de distinción y jerarquía y, por otra, la decisión definitiva de cómo se conformarán esos equipos en las distintas categorías. Los 13 puntales A y los 9 B saben que su marco de actuación se restringe a la máxima categoría, a la Primera, donde ellos son los reyes de mambo, aunque muchas veces parezcan también los caciques de las separadas y las amonestaciones por pasividad.
El resto de los clasificados, incluidos los puntales C desde esta temporada presente 23/24, pueden luchar también en la segunda categoría y los destacados C también en tercera. Son estos últimos la categoría más numerosa, con 161 destacados C desperdigados por equipos de las distintas categorías en seis de las ocho islas canarias. Los destacados B suman 56, mientras que los A se quedan en menos, incluso, que puntales C, quedando con esta clasificación provisional, pendiente de la respuesta a las alegaciones presentadas por algunos luchadores, apenas 13.
Posiblemente para darle salida a esos puntales C que no tenían cupo en sus equipos de toda la vida, ni en ninguno de primera, se abrió la mano para que los puntales C pudieran luchar en segunda, un espacio hasta ese momento cerrado exclusivamente para los tres tipos de destacados. Se pensó que la llegada de los puntales C, mayor categoría y rodados en una competición superior, como es la Primera, iba a desequilibrar la competición a favor de los equipos que contarán con sus servicios. Un puntal C con solo destacados C se enfrentaba a equipos formados por un destacado A y un B y algunos C u otros con tres destacados B y algunos C. El riesgo que se vio desde el principio, al dejar todo el peso de la puntalía en una sola persona, era que se lesionara o entrara en una mala racha. El equipo se quedaría inmediatamente en una inferioridad insalvable frente a sus rivales.
La apuesta fue un fracaso. Los puntales C, como fue el caso del tinerfeño Argeo García en el Unión Sur Tías, cargaban con toda la responsabilidad a una sola persona y tenían que derribar a demasiados hombres, no consiguiendo siempre acabar con todos los que les quedaban. No parecía la mejor combinación ni para la eficacia del equipo ni para la vistosidad del espectáculo. A pesar de que Argeo García demostró que era un buen luchador, que lo daba todo y sabía luchar. Pero no podía con todos, no podía derribar cinco o seis en todas las luchas cuando se cruzaba con destacados B rocosos o destacados A con tanta maña y experiencia como él.
Después de esa experiencia en esta temporada, la Federación de Lucha Canaria hizo cambios. Sigue el Puntal C en la categoría y se le permite al equipo tener también un B. No estarán solos ahora los puntales C, habrá con ellos un destacado B que podría determinar la victoria del equipo cuando falla el puntal C, favorecer la estrategia del equipo ante rivales encontrados y ayudar a que haya resultados con victorias de más de un luchador.
La idea parece buena. Pero la cuestión ahora es como queda la competitividad frente a otras opciones. Los equipos conformados por tres B (4x3 =12 puntos) más los dos C de gracia que se conceden a todas las combinaciones permitidas, queda más difícil de confrontar. Hay B muy buenos, y suelen ser el equilibro de esta categoría. La duda que se presenta es si vale la pena contar con un destacado A si puedes tener un Puntal C. La diferencia en la puntalía es que el equipo con destacado A y B (6+4= 10) puede tener un C (2 puntos) más que el que cuanta con un Puntal C en su equipo. ¿Es esa la diferencia de equilibrio? ¿Si ponemos un C más en el plato del equipo con destacado A se equilibra la balanza con el del puntal C? No lo tengo tan claro, si se tratan de verdaderos puntales C con proyección y ganas de seguir ascendiendo. Pero está claro que, como estaba, no se podía seguir y que nadie ofrece otras opciones.
Aunque tampoco entiendo bien por qué no se admite que un equipo de Primera pueda estar conformado por tres puntales C, que ayudaría a darle salida a los Puntales C y a que recale en otros lugares equipos de esa máxima categoría. Son dudas razonables. Y así las expongo. Como un simple aficionado que lleva más de 50 años viendo luchadas y que disfruta como nadie viendo a dos personas practicando la lucha canaria, exponiendo el amplio repertorio de técnicas que contiene. Los resultados de los equipos ya me interesan menos.