Los defensores de los excesos del turismo, peor que la turismofobia
Me suelen preguntar con cierta frecuencia qué pienso de la turismofobia, ese sentimiento de rechazo que manifiestan los ciudadanos frente al turismo. Y también, desgraciadamente, me topo con individuos que consideran que cuestionar cualquier actuación vinculada al turismo es ya ser turismofóbico. Ahora, en Lanzarote, nos movemos entre esos dos polos, aunque todavía seguimos siendo amplia mayoría los que nos alejamos de esos radicalismos absurdos y nos instalamos en la racionalidad que exige la necesaria gestión de los flujos turísticos como se hace en cualquier otra actividad de nuestras vidas. Ni es bueno criminalizar toda actividad vinculada al turismo ni tampoco dar por buena cualquiera aunque atente contra nuestros derechos más fundamentales como nuestra libertad, calidad de vida, protección de nuestro territorio y seguridad.
- Escrito por MANUEL GARCÍA DÉNIZ