LOS ALMUERZOS CON LA PRENSA, CON REGALO INCLUIDO, SON LO ÚNICO QUE FALTA PARA VOLVER A LAS NAVIDADES MÁS DERROCHADORAS

En los años 90, los ayuntamientos y Cabildo competían por ver quién hacía la cesta más grande  para sus trabajadores o la cena más cara.

También estaba la invitación a los medios de comunicación con almuerzo para dos o tres periodistas por medio y regalo para cada uno de ellos. Eran los tiempos de máximo derroche. Ahora, después de haber desaparecido durante años, vuelven las cestas y cenas de navidad pagadas por las administraciones a sus trabajadores. El gasto es tal que algunos se creen que pueden estar cerca hasta aquellas cenas con la prensa, donde el grupo de gobierno, y alguno de la oposición, pasaba el día de cháchara con los plumillas. Seguro que no llegarán a tanto, pero ya parece que han llegado lo suficientemente lejos cuando hay tanta gente que estos días tienen que comer y vivir igual de mal que el resto del año. No estaría de más que los políticos se dieran cuenta que las administraciones no están solo para que ellos se forren y hacerles regalitos a los empleados para metérselos en el bolsillo mientras ellos hacen lo que quieren. Las administraciones están para prestar servicios y mejorar la vida de todos los ciudadanos. Así que menos cenas, menos cestas y menos compadreo y más servicios para la ciudadanía.