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LA SEQUÍA Y LA INCOMPETENCIA JUNTAS NO PROPORCIONAN BUENOS AUGURIOS

La Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA), dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y el Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria suscribieron ayer un convenio que permitirá diseñar y ejecutar las obras de modernización de regadíos en esa Isla. El proyecto es uno de los seleccionados a propuesta de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias para acceder a los Fondos Next Generation, por lo que en el acto también estuvo presente la consejera del área Alicia Vanoostende.

Parece que en Gran Canaria, con más tradición que nosotros en estos asuntos, sí piensa que el regadío es importante para afrontar el futuro y garantizar la producción agrícola en su isla. En cambio, en Lanzarote ni se oye nada ni se espera. A pesar de que los propios viticultores y bodegueros le están viendo las orejas al lobo de la sequía y al cambio climático y ya demandan una solución al problema antes de que se pierdan parras, mercados y margen de beneficios.

La cosa es seria. Muy seria. Y para analizar estas cosas haría falta un departamento de Agricultura insular con técnicos cualificados y proyectos viables y no unas instalaciones viejas como las de La Granja Agrícola llena de cachivaches del siglo pasado, inservibles para afrontar los nuevos retos que se plantean.

Si el sector no presiona y  los políticos no toman conciencia de esa realidad, no solo no creceremos en el sector primario ni mantendremos lo que tenemos ahora, sino que nos arriesgamos a una desertización galopante de la isla. El agua es fundamental para tener una oportunidad en esta isla. Y la pena es que tenemos más experiencia que nadie en sacarla del mar y hacerla potable. Pero siempre nos gustó más el bandidaje de los réditos inmediatos, aunque fueran ilegales, que la apuesta de futuro para nuestra gente. Y así nos va. Y peor que nos va a ir si ya no empezamos a obligar a nuestros políticos a abandonar sus fiestas privadas y  a ponerse a trabajar en resolver los problemas que nos afectan a todos. Y la sequía y la incompetencia juntas no proporcionan buenos augurios. Al tiempo.     

 

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