JOSÉ ALFREDO MENDOZA, SIN DESPEINARSE, ACUSA A ASTRID DE “SABOTEO”
- Redaccion
Los escultores suelen buscar la piedra, la madera o el hierro del que van a sacar sus obras con mucho esmero. Hay que buscar las idóneas, porque defienden que cada material tiene su propia figura interior y se trata de sacarla, no de inventarla. Los perfiles políticos son algo así también. Hay personas para ser primeros, líderes; otras, gestores, y unos terceros simples enchufados, atraídos por la política por lo que reciben más que por lo que aportan. El intentar cambiarles después el rumbo es muy complicado. Muy difícil. A veces imposible.
Por eso no entiendo mucho el nuevo rol que el PSOE quiere darle a José Alfredo Mendoza, teniente de alcalde con Astrid Pérez hasta que esta decidió romper el pacto con el PSOE, y, ahora, consejero no electo de Deportes y Obras Públicas del Cabildo por la gracia de Carlos Espino y María Dolores Corujo. José Alfredo, con esa sonrisita de “Niño Jesús” y siempre tan agradable y bueno como parece (y parecer no es ser, hasta que se demuestre, claro) es difícil hacérselo con esas críticas gruesas que han incluido junto con su nombre en una nota de prensa.
El hecho de que el PSOE denuncie que Astrid Pérez “saboteó” el proyecto de pluviales de la calle Manolo Millares y “retrasó más de medio año” el proyecto de la Calle Portugal no sorprendería a nadie. Que Alfredo Mendoza diga que "Si Astrid hubiera querido, al menos, estos dos puntos negros estarían resueltos por el Cabildo de Lanzarote ya que el Ayuntamiento no es capaz de hacer nada por sí sólo", ya empezaría a chirriar. Pero es que es difícil creerse que la frase siguiente sea del propio José Alfredo: “Y es que el gobierno de la ciudad rechazó la friolera de casi setecientos cincuenta mil euros, con la excusa de que lo iban a ejecutar ellos sólo. A fecha de hoy hemos visto que, tristemente, Arrecife despreció una importante suma de dinero, los vecinos de la ciudad tienen el mismo problema sin resolver, y la alcaldesa de Arrecife se muestra incapaz de acometer ningún proyecto que no sea una juerga o una fiesta”.
Eso de “juerga o una fiesta”, ¿responde a algún compadreo compartido con Astrid, cuando se reunía con ella sin perder la sonrisita y buscando el consenso que le pedían desde el Cabildo? ¿O simplemente se le ha ocurrido ahora en su afán de no desaprovechar la oportunidad que le brindan para ser el candidato socialista a la Alcaldía de Arrecife? Si para que José Alfredo sea el candidato al Ayuntamiento de Arrecife por el PSOE tiene que cambiar su registro por el contrario, quedaría hasta mejor darle esa responsabilidad a su cuñada y compañera Cristina, que se mueve mejor en esos papeles. O habría que aceptar de una vez que el bueno de José Alfredo sabe hacer de malo con tanto regusto como cualquier otro. Y es que tres años en política son insuficientes para hacer a un buen político pero demasiados para ocultar sus verdaderas formas.
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