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LOS NICHOS TENDRÁN LOS NOMBRES DE LOS DIFUNTOS EXHUMADOS PARA EL DÍA DE TODOS LOS SANTOS

El grupo de gobierno del Ayuntamiento de Tías quiere arreglar a posteriori lo que no supo hacer con antelación. Los familiares de las personas enterradas en la parcela izquierda a la entrada del Cementerio de Tías se enteraron, a posteriori, que sus difuntos fueron exhumados y colocados en nichos. El Ayuntamiento, de forma inmediata, retirados los restos, ha comenzado la construcción de nuevos nichos en esa parcela.

Es verdad que la ley prevé que se puedan retirar los restos, pasados unos determinados años y que el Ayuntamiento publicó, de acuerdo con la ley,  en el boletín oficial su intención de llevar a cabo la exhumación de los cadáveres. Pero no es menos cierto que son muy pocos los ciudadanos que leen habitualmente el BOP y que sorprende que para cualquier invitación a actos políticos, festivos o parecidos se envíen cartas a los vecinos y que, cuando se trata de algo tan serio, en esta caso no se hiciera. En este caso, ni se utilizaron las redes sociales, tan manoseadas por los políticos. Seguramente se hizo para evitar conflictos previos y no poner en riesgo la operación “desahucio” de la tumbas. Pero cuando se quiere ser transparente  se trata de afrontar los retos de trabajar con unos afectados debidamente informados.

Ahora, el alcalde y concejales se han puesto en ello, y ya no solo intentan comunicar la situación a los familiares sino que, además, ya tienen preparada las lápidas para que en cada nicho vaya el correspondiente nombre de la persona fallecida. Garantizan que todo estará listo para que el día 1 de noviembre, Día de todos los Santos, los familiares puedan honrar a sus muertos por primera vez en un nicho.

Entre las curiosidades que se dieron al exhumar a los difuntos es que dos tumbas estaban completamente vacías, no había nadie ni nada que no fuera arena en su lugar. Se comprobó después que esos cuerpos fueron sacados hace muchos años por sus allegados para incorporarlos a nichos junto a otros familiares. La mala conservación de las lápidas y las cruces hacía imposible saber quiénes eran los que estaban enterrados en cada una de las tumbas. Con lo que se ha tenido que llevar a cabo un serio trabajo de peritaje y contrastación de la información de la iglesia y del ayuntamiento para garantizar que cada número de nicho recoge exactamente los restos que dice contener, que son los de padres, abuelos, hermanos  y demás familia de los vecinos. De ahí la especial sensibilidad que hay que tener al llevar a cabo estos trabajos.

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