EL CABREO DE LA ALCALDESA DE TEGUISE CON OSWALDO POR NINGUNEARLA CON EL FESTIVAL DE COCINAS VOLCÁNICAS
- J.B.C.
Los que conocen a la alcaldesa de Teguise, Olivia Duque, saben que es una mujer con carácter, muy poco dada a bajar la cabeza ante imposiciones machistas o caciquiles. En los tiempos de Oswaldo Betancort de alcalde, la concejala Olivia Duque le mostró los dientes tantas veces como consideró que el trío Oswaldo, Miguel Ángel Jiménez y Eño Robaina hacían y deshacían sin contar con nadie más. No se les callaba ni lo ocultaba. Y eso parece que ha vuelto a hacer la ahora alcaldesa Olivia frente al ahora presidente Oswaldo.
Ayer, Duque se recorrió distintas emisoras de radio mostrando su contrariedad e indignación porque el presidente del Cabildo sin contar con nadie (mucho menos con ella, como tantas veces antes) haya decidido cambiar la cita anual del saborea en Teguise por una cada dos años para meter en medio otra en Puerto Carmen con las Cocinas Volcánicas.
Lo que quiere Oswaldo es enseñar “prurito despilfarrador” por toda la isla porque Teguise se le queda pequeño para sus aspiraciones políticas actúales. Y le importa ya un bledo Teguise y mucho menos Olivia.
Olivia se lo dijo clarito en el programa de Chalo Frías y lo repitió con la misma frialdad en el de Pedro Jacinto Martín y Sergio Calleja. Da la impresión de que la alcaldesa ya está cansada del ninguneo a la que le somete Oswaldo un día sí y otro también porque se cree que no solo es el presidente sino también el alcalde de Teguise “in pectore”, al que, dicen, le sigue dando cuentas Eño Robaina, su fiel escudero, antes que a la propia alcaldesa.
La cosa está bastante revuelta porque da la impresión de que Duque se encuentra sola ante el peligro, las expectativas de votos no son buenas y es imposible consolidarse como alcaldesa si el ex alcalde cree que lo sigue siendo y no “le quita el pie de encima”.
La jugada del Festival de Cocinas Volcánicas ha dejado los calderos al fuego durante más tiempo del necesario y Olivia está hirviendo como las ollas a presión. El ruido ya ha empezado a oírse muy clarito. ¡PSSSSSSSSS!