SE VAN A AZORES, A CABO VERDE, A LA MACARONESIA COMPLETA PERO NO VIENEN A LANZAROTE A VER POR QUÉ EL TRANSPORTE PÚBLICO ES TAN DEFICIENTE

El consejero de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad del Gobierno de Canarias, Pablo Rodríguez, y la directora general de Transportes y Movilidad, María Fernández, han mantenido un encuentro con la secretaria regional de Turismo, Movilidad e Infraestructuras de Azores, Berta Cabral, para avanzar en materia de conectividad y movilidad dentro del espacio de la Macaronesia. Y se les ve encantados de conocerse y de presentarse en aquel archipiélago luso como si fueran los reyes del mambo del transporte del mundo mundial.

En cambio, hace apenas unos días, en el Consejo de la Reserva de la Biosfera se daba a conocer el informe "Territorio, movilidad y carreteras. Una nueva perspectiva para Lanzarote", que ha sido elaborado por encargo de la Fundación César Manrique al técnico urbanista Alfonso Sanz. El autor del diagnóstico advirtió de la necesidad de pensar el territorio en primer lugar, pensar en la movilidad en segundo, y terminar abordando las carreteras, cuyo diseño "debe ser completo", es decir, que permita las distintas modalidades del transporte colectivo, el vehículo privado, la bicicleta y el uso peatonal. Aseguró que Lanzarote "está hipermotorizada" y que el reto climático pasa por un cambio en los hábitos de desplazamientos. Un informe que evidencia la hiperdependencia del coche particular y de los “rent a car” en esta isla, donde el servicio de guaguas es claramente deficitario y los taxistas hacen lo que quieren (que no siempre es lo que necesitan los usuarios), ambos con la más que evidente complicidad de los políticos insulares.

Posiblemente, ni la locuaz directora general ni su jefe, que encontró en la escisión de Nueva Canarias de Coalición Canaria el mejor chollo político de Gran Canaria, expliquen en las Azores cómo es posible que en una isla como Lanzarote no haya guagua regular que te lleve a los centros más visitados de la isla, aunque después haya colas de coches kilométricas esperando para entrar en las Montañas del Fuego (Timanfaya), por ejemplo. Tampoco le dirán que, en Lanzarote, no hay servicio de guaguas para dar respuesta a los trabajadores que viven en los pueblos  pero trabajan en las zonas turísticas de la isla. Seguro que tampoco mencionarán que turistas hospedados en Arrecife no tienen forma de llegar al aeropuerto, apenas a seis kilómetros de la capital, porque la guagua no se sabe a qué hora pasa, si pasa y por dónde, y los taxistas no atienden las llamadas porque prefieren estar pegados del culo de los cruceros para ver si pillan excursiones para todo el día.

Aunque a lo mejor todo es más sencillo y fueron únicamente como avanzadilla de la empresa privada Binter. Lo decimos porque en la nota de prensa del Gobierno se resalta al final que “El consejero Pablo Rodríguez, y la directora general de Transportes y Movilidad, María Fernández, durante su visita a Azores, también han mantenido otras importantes reuniones de trabajo con el secretario regional de Asuntos Parlamentarios y Comunidades, Paulo Estêvao, así como con representantes del Grupo SATA, explorando posibles sinergias en materia de conectividad y transporte aéreo”.

En fin, todo un ejemplo que debemos exportar a Azores. Yo, en su caso, me llevaría a los que prestan el servicio en Lanzarote allí. No sé si mejorarán en Azores, pero aquí seguro que no nos iría peor.