“CONSUMO SIN FRENO” Y DESVERGÜENZA ACELERADA

Si mal lo está haciendo en Cabildo para revertir la situación del agua potable en la isla, peor lo está haciendo Canal Gestión Lanzarote. Ya puestos, tanto unos como otros, los verdaderos responsables de solucionar en entuerto, parece que se han puesto de acuerdo para criminalizar a las víctimas, que no son otras que los usuarios, que pagan por un servicio que no cumple.

Lo último de Canal Gestión ha sido hacer una campaña para que los usuarios ahorren agua, olvidándose de que el principal despilfarrador de agua en Lanzarote es el propio Canal Gestión que pierde en las redes más del 60% del agua que produce, con la aquiescencia del Consorcio y del Cabildo.

No tiene desperdicio  el texto publicado por Canal Gestión: “… El análisis del consumo diario de agua en Lanzarote y La Graciosa muestra una evolución preocupante” en la última década. En 2014, el consumo por persona ya se situaba en 180 litros diarios. Un año más tarde ese consumo se disparó hasta los 194 litros diarios, con una ligera tendencia a la baja hasta 2019, cuando se registraron 187 litros diarios. Sin embargo, en 2020 se produjo un desplome hasta 159 litros diarios, una caída vinculada a la pandemia y el parón turístico que sufrimos. Desde entonces, el consumo ha vuelto a crecer, alcanzando 193 litros diarios en 2024, lo que refleja la necesidad de seguir avanzando en hábitos de consumo más sostenibles y eficientes…”. Y no se les cae la cara de vergüenza.

Dice sin rubor alguno, el gestor del agua que pierde 6 de cada 10 litros que produce, “la necesidad de seguir avanzando en hábitos de consumo más sostenibles y eficientes”. ¿No será que tenemos la necesidad de empezar a tener hábitos de producción y distribución del agua más sostenibles y eficientes? O sea, que según esta gente estábamos de maravilla en los años de pandemia, con un cero turístico, que fuimos todo un ejemplo de consumo. Hay que tener poca vergüenza.

Se gastan millones de euros en producir miles de toneladas de agua que tiran miserablemente y no pasa nada. Contaminan y consumen energía de forma ineficiente a raudales, y lo que les preocupa es si me lavo la boca con el grifo abierto o cerrado. Sinceramente, a este pueblo de Lanzarote le deberían dar el Nobel de la Paz. Nos provocan todos los días, pagamos los desaguisados de todo el mundo y aguantamos como jabatos. ¡Qué asco!