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En relación a las buenas personas

Primero que nada disculparme a mí mismo, (mira que suelo leer todavía a diario, los principales digitales de Lanzarote, entre ellos este, donde me dan la oportunidad de escribir comentarios principalmente en los artículos de Alex,  Lancelot y poco más, después de desvincularme de los medios ya casi para 17 años, solo los medios digitales web), ya que si no es el amigo Déniz, que me refrescó para que leyera estos días algo más de lo habitual, no me percato de su serial de artículos como bien ha titulado y más cuando me hace mención.

Que duda cabe que esa época que nombras, estimado amigo Déniz, fue, y sigue siendo a día de hoy, una de las mejores de mi vida laboral (bueno agraciadamente debo decir que he sido afortunado porque según la Vida Laboral de Ministerio correspondiente solo han sido 3 trabajos hasta ahora en los cuales ya el próximo año cumpliré 36 años cotizados seguidos desde que empecé a trabajar (y compaginando mis estudios medios en el turno de tarde-noche)

Me centro en esos casi 20 años en los Medios, donde mencionaré a los principales y muchos de ellos actuales amigos (sabéis sin nombrar aquí quiénes son más dos que no están en esta vida terrenal), como bien dices tú, Déniz, entré cuando en esa época era la máquina de escribir la que mandaba en cualquier redacción de periódico de ese período, para pasar los grandes artículos, grandes entrevistas, grandes… que luego yo tenía que transcribir a ese aparato que describiste, que creo que se llamaba “compugrafic” o algo similar, el cual parecía un ordenador de época de esos de los primeros y que salían dos conos con cables y se acoplaba al teléfono de disco para poder transmitir la entrevista, reportaje, etc., y que lleva sus coordenadas para poder transmitir en función de líneas, y demás. Repito NO HABÍA INTERNET todavía, así que se imagina que parecíamos la CIA americana más que un periódico transmitiendo por aquellos artilugios. Sirva transmitirle que venía yo en ese momento de ser el segundo de la Isla (no había más centro y sigue siendo el número uno de esa época IPFP recién que estrenamos nuestra generación) del más rápido en escribir sobre una máquina de escribir, el primero fue el amigo Agustín Riverol, que trabajó durante un tiempo en Protocolo del Cabildo y luego solicitó excedencia yéndose a Suecia, donde actualmente está desde hace años, ya que compartíamos clases y estudios de esa época, y todos los que lean esto sabe de lo que hablo, con la genial profesora, la tenga en gloria, Doña Mercedes…

Siempre sabíamos a la hora que entrábamos, pero no la de salida… Valga y ratifico aquí la anécdota que explica a la perfección Déniz, (cuando se lanza el periódico La Voz de Lanzarote a Diario -5 días salía el mismo a la semana de Martes a sábado, por tanto según la Ley se consideraba y se considera periódico y no semanario), donde después de más de 24 horas seguida de trabajo aparezco en casa de mis padres y había ya hasta vecinos y familia con lamentaciones… y coño en ese momento en el coche que me llevaba Agustín Domingo y Déniz los dos se miraron y a su vez a mí  y dijeron: “¿Tu avisaste a tus padres?” los cuales ya habían dado parte en la Comisaría Nacional por desaparecido, pero no podía hacerse efectiva la misma porque había que esperar a las 48 horas, ya se pueden imaginar mi respuesta por los hechos repito que acontecían en ese momento.

En los medios de Agustín Acosta Cruz, se aprendió mucho, de todo, de la Cultura, de otras culturas de comunidades y ellos a su vez de nosotros, por tantos compañeros que pasaron por los medios de Agustín Acosta Cruz. Amar de verdad la voluntad del mejor compañerismo dentro de los medios, un verdadero equipo (con sus más y menos, pero sinceros a la hora de luchar) todos los de dicha época eran verdaderos amantes y vocacional de esa profesión tan maltratada…. Podría estar escribiendo de mucho y muchas personas, pero solo quiero agradecer a la vida de haber conocido a los que pasaron por mi vida y todavía están en ella de los medios de comunicación de ese momento. Gracias a ellos donde aprendí muchísimos y ellos también seguro que lo hicieron de mí, y vuelvo a repetir, como bien dice Déniz, en estos seriales de sus artículos que ha titulado buenas personas.

 Gracias por este artículo, Déniz, que has dedicado a todos los que estás nombrando, tu memoria es colosal, y, en particular, gracias por esas líneas que me has dedicado.

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