¿RAMÓN MELIÁN, LA “CARTA BUENA” DEL PP DE TIAS?

El PP de Tías está en sus peores momentos de los últimos 20 años. Sin liderazgo, en la oposición y dividido, el único partido que ha gobernado en Tías más de cuatro años, aparte del hegemónico PSOE, tiene a sus afiliados hablando solos por las esquinas.

Desde que ganaron las elecciones en 2019, con el que fuera alcalde durante 8 años, Pancho Hernández, pero no gobernaron por la política de pactos llevada a cabo, no han levantado cabeza. Algunos desde aquellos momentos dejaron de confiar en la lideresa insular, Astrid Pérez, a la que le atribuyen que se echara en las manos del PSOE para ser alcaldesa de Arrecife y se olvidara de los populares de Tías, a los que dejó solos ante el peligro, a pesar de que fueron su principal apoyo en 2008 para llegar a la Presidencia del PP.

Estos son los mismos que dicen que si el PP le hubiese puesto al PSOE como condición para pactar el Cabildo y el Ayuntamiento de Arrecife que en Tías gobernara la lista más votada, los chicos de María Dolores Corujo no hubiesen puesto objeción porque su objetivo era únicamente quedarse con el Cabildo para ellos. Otra cosa es lo que hubiese pensado el equipo de Pepe Juan Cruz en Tías. Vamos, que hubiese acabado Pepe Juan de consejero no electo en lugar de Pancho Hernández, que fue lo que se hizo para acallar rumores en Tías.

La cosa es que todo ha ido a peor. Incluida la relación de Astrid con Pancho Hernández, el líder natural de los populares de Tías. Hay quienes dicen que ni se hablan. Lo de Saray Rodríguez también es conocido y la desilusión de muchos de los que hicieron posible el revolcón al PSOE en el año 2011. En esta situación, todos coinciden en que hay que hacer algo, que hay que salvar al PP, y construir en Tías una opción al PSOE.

Y parece que muchos creen que la única persona para unir a ambos bandos y acabar con el triste periodo de Quico Aparicio, todo él presidente del Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote ( aunque todo apunta a que en el partido él está más ante una emergencia que con seguridad) es apostar por Ramón Melián para liderar el proyecto. Melián está muy bien valorado por los dos bandos, es un hombre serio, un empresario riguroso e hizo una muy buena labor como concejal de Hacienda de Tías. Fue el responsable de que la recaudación se gestionara por el propio ayuntamiento, y no por una empresa privada que cobraba por ello más de medio millón de euros anual, y saneó el Ayuntamiento en los peores momentos de la crisis. Eso se lo reconoce todo el mundo.

El problema de Ramón Melián es el propio Ramón Melián. Mientras populares de Tías citan su nombre cuando hablan de una alternativa exitosa para el partido en Tías, él no está por la labor de darse semejantes obligaciones. Se le ve muy contento y tranquilo en su función de empresario y no quiere verse envuelto en guerrillas partidistas/partidarias más allá de lo necesario. ¿Al hombre no le gustaría ser alcalde? ¡A quién no le gustaría ser alcalde de su pueblo teniendo el gustillo por la política y la gestión pública! Pero el cargo hay que conquistarlo y eso lleva mucha guerra previa, tanto con los nuestros como con los contrarios, y para eso ya no está tanto Ramón, que no necesita de estos avatares para vivir cómodamente.