DEMASIADOS Y GRAVES ACCIDENTES DE PARAPENTISTAS
- TELODIGOYO
Es evidente que el parapente es un deporte de riesgo y que los que lo practican deberían saber la fragilidad de los niveles de protección.
Pero otra cosa es que se repitan accidentes, el último mortal, en una actividad que ha proliferado en los últimos años en la isla. Tenemos folletos y demás material promocional del montón de actividades que se pueden practicar en esta isla. Pero se echa en falta información especializada sobre las ventajas y riesgos de practicar estos deportes en Lanzarote. No queremos, en absoluto, que se restrinja, más bien todo lo contrario. Que se promocione su práctica pero que informe de las características especiales que tienen nuestros cielos, con un mapa de vientos dónde se pueda saber los comportamientos de los mismos en las distintas zonas de la isla. Además, claro, de llevarse cierta supervisión de las personas que lo practican y las condiciones en las que lo hace. O que, al igual que en el mar la bandera roja, hubiera una señalización visible en los lugares más transitados por estos deportistas o aventureros que informara de las variaciones de las condiciones.
Los residentes podemos saber, más o menos, cuáles son las características. Pero una persona recién aterrizada en Lanzarote, y sin la pericia suficiente, que aprovecha su estancia en la isla para darse una descarga de adrenalina de estas, podría estar más cerca del riesgo de una ruleta rusa que de un deporte. Sencillamente, pedimos no insensibilizarnos ante hechos que acaban en muertes o traumáticas lesiones, por el simple hecho de que se hagan de forma voluntaria y ya tengan la etiqueta consentida de alto riesgo.