“¡AY, PUE NO RECUERDO NINGUNA AHORA! ¿PERO QUÉ OBRAS HICIERON ELLOS?”
- J.B.C.
Realmente penoso. Con lo sencillo que es decir que no hemos hecho ninguna obra de interés en este año y medio que haya sido programada por nosotros, María Jesús Tovar se dedica a marear la perdiz hasta que suelta: “¡Ay pue no recuerdo ninguna ahora! ¿Pero qué obras hicieron ellos?”. A la toda ella consejera de Hacienda y Contratación (¡de contratación y no sabe lo que se ha contratado!) del Cabildo de Lanzarote parece que los viajes a Bruselas y a Madrid con la jefa de Gabinete Gladys la han dejado un tanto cansada. Ni se entera de lo que se contrata ni ha aprobado el Presupuesto de 2025 en tiempo y forma como se comprometió a mediados del año pasado. Antes del 31 de diciembre, lo único que consiguió cerrar fueron esos viajitos “free” con su nueva amiga.
Pero la culpa de todo la tiene Pedro Jacinto Martín, que no se le ocurre otra cosa que preguntarle por obras en su Pejeverde radiofónico a la consejera de acento andaluz. Con lo fácil que hubiese contestado cuántas fiestas se han organizado, cuántas subvenciones se han regalado y cosas parecidas. Hasta podría haber emulado a la popular Mayra Gómez Kemp y decirle: “Díganos, por diez euros, fiestas organizadas y subvenciones dadas por el Cabildo en este año y medio con costes superiores al millón de euros, como, por ejemplo, El Saborea. Entonces sí que se vería a María toda entusiasmada diciendo: Saborea, Campanadas, fiesta de Nueva York y Texas, concierto de Yatra, subvenciones a murgas y suma y sigue… Ya hubiese sido un poquito más atrevido preguntarle cuánto costaron esos viajitos con su nueva amiga a la capital de Europa y a Madrid para ir a actos que nada tenían que ver con su Consejería.
A estas alturas de la fiesta, ya parece que queda poco de aquella María que decía ser tan sensible con los pobres, aunque dejó por los suelos el departamento que llevó en el Ayuntamiento de Arrecife (de lo que se queja amargamente la nueva concejala), que decía que lo prioritario era atender las necesidades de la gente. Las malas influencias son así. Y ahora a estar todo el día en las redes sociales publicando/orando las cositas de Astrid para ver si se puede repetir la próxima vez. En fin, lo de trabajar parece que se olvida pronto. En cambio, lo de la fiesta se aprende muy rápido. Pues nada, a por las maletas y ahora a ver si nos enganchamos a Feria Fusión de Madrid, que de esto de la gastronomía parece que comemos todos. ¡ Y los agricultores sin agua!
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