DOLORES CORUJO RECONOCE “SIN QUERER” EL “EQUIPAZO”  DE TURISMO DE PEDRO SAN GINÉS

En su afán de apoyar a su consejero de Turismo, Ángel Vázquez (PP) “el hombre dieta”, la presidenta del Cabildo de Lanzarote, la socialista Dolores Corujo, quiso empezar la rueda de prensa sobre la valoración de FITUR reconociendo “el gran equipo, el equipazo” que tiene el Cabildo en Turismo.

Evidentemente, Vázquez respondió muy satisfecho y agradecido al halago de la presidente. Pero cuando un periodista de este periódico le preguntó a la presidenta si sus palabras iniciales eran un reconocimiento implícito a la labor desarrollada por el anterior gobierno del Cabildo presidido por el nacionalista Pedro San Ginés a lo largo de casi toda una década, periodo en el que se creó la SPEL, se contrató al actual director y este hizo la escabechina en el departamento para dejar exclusivamente a los de su agrado y el resto se quedó repartido por distintas oficinas del Cabildo, muy a su pesar, la presidente sólo se atrevió a decir algo que, por otra parte, era una verdad absoluta: “vamos a ver, yo solo intentaba reconocer el trabajo que está desarrollando al frente mi consejero”.  Sí, pero ese consejero ya lo era también antes de llegar usted, si lleva tres años en el cargo y usted siete meses, está claro que empezó con el anterior, se le recordó a la presidenta. Y ella no tuvo ya problema, ni quizás más remedio, para decir que aquí las cosas que funcionaban bien se iban a seguir haciendo y que la cosa no es estar cuestionando el pasado sino gestionar el Cabildo de la mejor manera. Totalmente de acuerdo. Y es plausible que se reconozcan bondades en la gestión de los demás, aunque no haya sido la primera intención de la presidenta que intentó iniciar la rueda de prensa como si aquel equipo fuera un descubrimiento del actual gobierno o del propio consejero viajero, que entre las gracietas que dijo está la perla de que “las ferias le cuestan dinero de su bolsillo”. Menos mal que no se atrevió a decir que ir a los consejos de gobierno del Cabildo le cuesta 300 euros, que es lo que cobra por asistencia al mismo por hacer de secretario, figura política que se inventaron años atrás para complementar el sueldo del consejero que aspiraba a cobrar lo mismo que el vicepresidente primero. En fin, miserias políticas.