¿Y LA CALIMA NO AFECTA A LA AGRICULTURA?

En todas las islas, la reacción ha sido inmediata.

La tormenta de viento y calima que ha castigado Canarias estos días ha sido un palo muy duro para el campo canario, que ya venía sufriendo la ausencia de lluvias que caracteriza este invierno. Bueno, en todas no, en Lanzarote parece que la agricultura no existe ni la calima ni nada la perjudica. O eso parece, si nos atenemos a las reacciones.

Con mucho sentido, los agentes sociales, políticos y económicos de la isla se han activado de buena manera para que el sector turístico, el principal de nuestra economía, se estresara lo mínimo posible con el episodio de calima. Bien hecho.

Pero, en cambio, nuestros agricultores pasaron la experiencia más enterregados y enterrados que nunca, sin más compañía y solidaridad que la que ellos mismos han podido darse. ¿Se va a valorar el daño causado? ¿Se les prestará ayuda para que sus plantas, completamente enterregadas, puedan volver a su estado natural? ¿O simplemente el consejero de Agricultura, el consejero viajero Ángel Vázquez, se limitará a decir que la calima no es responsabilidad suya, que le pidan explicaciones a la AEMET, como echó balones fuera cuando tuvieron el problemas con el agua y les mandó a quejarse al Consorcio del Agua? No sé por qué pero estamos por pensar que la tercera opción es la que más se acerca a la verdadera.