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LOS EXCESOS DE ÁNGEL VÍCTOR CONTRA VIDINA ESPINO

El presidente de Canarias, el socialista Ángel Víctor Torres, se había controlado perfectamente ante las provocaciones de los partidos grandes. Tanto al portavoz de CC, José Miguel Barragán, como al del PP, Manuel Domínguez, que demostró soltura, pegada y naturalidad, los intentó mantener a raya sin querer despertar malos rollos que le fastidiaran el Debate de la Nacionalidad Canaria, que se estaba celebrando sobre un polvorín que parecía detonar cada vez que se nombraba la palabra “Mediador”.

Pero intervino la diputada que llegó al Parlamento como miembro de Ciudadanos y acabó en el Grupo Mixto y el señor presidente derrapó como una furgoneta vieja sin frenos ni control. Hasta le llegó a recordar a Vidina Espino que allí no se llegaba “por ser guapa” sino por las ideas políticas y por los partidos que representaban, en su afán de desacreditar a la “mensajera” sin entrar en el mensaje. Es verdad que Vidina no desaprovechó un segundo de su intervención para criticar con ahínco a los socialistas por su gestión y por el caso “Mediador”, llegando a repetir, en varias ocasiones, el “asco” que le daba lo que se veía en los medios de comunicación vinculado a la trama. Pero nunca entró en el terrero personal del presidente, ni de nadie, cuestión que sí se saltó el presidente, que no contestó a nada para sólo atacar personalmente la ética de la diputada por su abandono de filas y su rueda de prensa reciente con CC.

Ángel Víctor Torres o aprovechó su intervención contra una solitaria parlamentaria para desahogarse a su gusto, después de estar toda la tarde conteniéndose, o ya le ha mandado el primer aviso a Vidina de lo que le espera si, finalmente, es la número dos de CC al parlamento por Gran Canaria, su territorio natural. Lo que sí está claro es que si en lugar de a Vidina, Torres tiene enfrente a su compañera de escaño Dolores Corujo, y le suelta esa retahíla, lo menos que le contesta es que es un machista de libro. Y teniendo tan cerca el “Caso Mediador” precisamente, esas cosas son las que hay que evitar a toda costa. Aunque sea con una buena pegadora solitaria y por mucho que se tema que acabe reforzando la lista de CC en Gran Canaria.

Fue, sin duda, la peor intervención del presidente, que hasta ese momento había salido airoso de los intentos de la oposición de llevarlo a un terreno pantanoso.  

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