¿SE ATREVERÁ PEPE JUAN A NOMBRAR CRONISTA OFICIAL DE TIAS?

La mayoría de los municipios de Canarias, también algunos lanzaroteños, eligen a una persona de contrastada capacidad investigadora y divulgadora de los valores e historia del municipio (no necesitan ser historiadores ni poseer ningún título académico) y la nombran cronista oficial del municipio. La idea es dedicarlas a promocionar ese conocimiento que atesoran entre los habitantes del lugar y también para darlo a conocer fuera del municipio. En Teguise, por ejemplo, tienen a Francisco Hernández, un ratón de bibliotecas y archivos, que se ha convertido en referencia insular por su intenso trabajo en este sentido.

El municipio de Tías es uno de los que todavía no ha activado esa figura, aunque se sabe que hay algunos merodeando por el lugar, intentando que el alcalde de turno se deje llevar más por los cuentos de sirenas que por la verdadera historia del municipio. Ha habido alcaldes que han llegado a decir que han venido incluso algunos amigos de algunos intentando presionar en ese sentido. Y realmente no se entiende. Porque en Tías, precisamente, si se busca una persona que haya dedicado su vida, de forma altruista, a investigar y trabajar en ese sentido, solamente se encuentra una. Y se sabe el nombre y hasta el apodo por todos los de Tías y más todavía en el Ayuntamiento, donde ha sido trabajador de la oficina técnica por casi cuarenta años. No estaría mal que precisamente ahora, que ya debe de estar a punto de jubilarse, se le hiciera el ofrecimiento para mantenerle ocupado en lo que le gusta y vinculado al Ayuntamiento. Está claro que lo decimos sin haberlo consultado con Julián Rodríguez Rodríguez, que es el que, desde pequeñitos, nos ha vuelto locos con historias y juegos del municipio. Si realmente se quiere nombrar un cronista, Julián se ha ganado a pulso serlo, el único que reúne ese perfil en Tías. Ahora bien, si lo que se quiere es nombrar a amigos, familiares o gente cercana, de esos tiene el actual alcalde, José Juan Cruz Saavedra, un montón. ¡Es de justicia!