TOMA DIEZ MIL PERO NO DIGAS NADA A NADIE
- PEDRO CABEZÓN DURO
Hay dos actitudes promovidas por el Cabildo que preside María Dolores (¿o vuelve a ser Loli?) Corujo que tiene soliviantados tanto al personal de la propia institución como a los beneficiarios de sus subvenciones.
Por una parte, les sorprende que de enero para acá, año electoral, ya saben, las subvenciones no solo se prodigan más que nunca sino que además se refuerza la “ayudita” a asociaciones, clubes deportivos, murgas y a todo aquel que demuestre que quedan más de uno para lo que sea, con unos diez mil euros sacado de la hucha común de los Centros de Arte, Cultura y Turismo de Lanzarote (CACT). Pero junto con los diez mil euros, cuentan los tan beneficiados como sorprendidos subvencionados, le ponen a firmar un documento de confidencialidad en el que se comprometen a no decir ni pío de esta “paga extraordinaria por año electoral”. Y, claro, eso les desconcierta: ¿acaso estamos haciendo algo malo cogiendo este regalito?, se preguntan algunos que se sienten como delincuentes al recibir el sobrito por la puerta de atrás como si de la mafia se tratara. Y no lo entienden. Si se trata de dinero público, ¿no debería saber toda la ciudadanía en qué se gasta? ¿O es que acaso esto no está bien?
No es menos cierto que todos cogen el sobre y se van, pero les queda la magua de si estarán haciendo algo malo. Y eso de no poder contarlo, tampoco va con ellos. No es que sean como el torero Luis Miguel Dominguín que decía aquello de “si te llevas a la cama a una estrella del cine y no puedes contarlo, ¿entonces pa´qué?”, sino simplemente que les afecta el hecho de que se juegue con lo público de esa manera. En fin, la campaña electoral se puede hacer de muchas maneras. Y está claro que esta no es la más barata ni justa.