LOS TRÁNSFUGAS, DE ASESORES Y LA PRESUNTA COMPRA DE VOTOS PONEN A UPY EN LA PICOTA
- J.B.C.
La noticia buena de Yaiza es que el Ayuntamiento, que vuelve a presidir Óscar Noda (UPY), ha sido uno de los pocos que se ha adelantado en el reparto de las competencias municipales entre los concejales y les permitan ponerse a trabajar. No se entiende que la mayoría de los ayuntamientos de Lanzarote, si exceptuamos a San Bartolomé, que lo hizo el mismo día de la toma de posesión, y Arrecife, que lo llevó a cabo en los días siguientes, no hayan repartido las áreas y las hayan dado a conocer a la población. Eso da la imagen de tener los concejales sin hacer nada mientras el alcalde decide cómo repartirlas, mientras aquellos se comen las uñas de nervios. En ese sentido, Yaiza ha sido una de las tres cumplidoras. En cambio, tiene dos malas noticias.
Por una parte, se ha sabido que el juzgado investiga la presunta compra de votos en Playa Blanca por parte de miembros y concejales de UPY, como ya se denunció públicamente en su momento, en plena campaña electoral. Y, por otra, se empiezan a ver los réditos de los tránsfugas de Yaiza, que abandonaron CC para arropar al alcalde en contra de la decisión de su partido. Ahora parece que se quiere nombrar a Ángel Domínguez y/o Fátima Viñoly como asesores del propio alcalde, sabiéndose que ninguno de los dos tiene especialización de ningún tipo y se usa para meterlos “la vía de los incondicionales” que hay en cada partido para garantizar que no pierden de la organización por no tener medios para mantenerse económicamente. El problema, en este caso, es que no son ni del partido. Con lo que parece que se está gratificando no su incondicionalidad con el partido sino su apoyo en contra de su propia organización. Lo de Yaiza huele mal y amenaza con ponerse peor si no se dan cuenta que estos actos van en contra del sentido común, la propia democracia y los valores más básicos.