ÁRBITRAS EN LA LUCHA CANARIA DE LANZAROTE

Hace ya muchos años que la mujer ha entrado a formar parte del colectivo de árbitros de la lucha canaria. Aunque siempre han sido casos excepcionales, aunque algunos de mucha calidad como el de África Meneses, que demostró dos cosas: que se puede ser mujer y buena árbitra de lucha canaria y que se puede ser buen árbitro sin haber luchado nunca, que parece más difícil .

En Lanzarote, en cambio, muchos aficionados estamos esperando que se consoliden en nuestra isla y en nuestro deporte vernáculo las mujeres como árbitras. No hay antecedentes de árbitras aquí en la isla en la competición senior. Y ahora hay tres en las categorías base, hasta juveniles, que lo están haciendo francamente bien y que ya actúan de auxiliares en las senior. Las tres “mosqueteras” que están dispuestas a romper ese techo de cristal son Nayra Ojeda (hija del legendario Santiago Ojeda, campeonísimo grancanario), Caeli Guillén (hija, madre, tía y hermana de luchadores) y karima Machín, con familiares también en la lucha. Aunque no es necesario ni ser luchadora ni tener familiares luchadores, basta con querer ser, aprender y ser justa. Y todos aplaudimos esta presencia femenina en la lucha canaria, donde Lanzarote mantiene un equipo de luchadoras senior, el Tinecheide, y equipos de base en los clubes.

Seguro que al Comité de Árbitros de Lanzarote no le viene nada mal la aportación de estas mujeres. Ellas saltan al terrero dispuestas a impartir justicia sabiendo que se trata solo de un deporte pero también de que hay un vínculo emocional muy fuerte entre la grada y sus luchadores y entre todos y nuestra historia, incluida, claro está, la de ellas también. Además, tal como está el panorama arbitral, la inteligencia emocional  femenina colaborará a que no se cometan tantos errores arbitrales como se ven luchada tras luchada.

El colectivo arbitral es fundamental para mejorar nuestro deporte. De ahí la necesidad de que haya muchos y muchas y que entre todos se impongan la ética de formarse y ser justos. Los aficionados se lo agradeceremos con el reconocimiento. A ellas, más todavía. Desde el mismo día que el árbitro principal sea una mujer en la luchada de la semana, ya estamos en otro panorama. Y seguro que será mejor.