LA “SIMPLONERIA DE OSWALDO”, PROTAGONISTA EN SU INTENTO FALLIDO DE METERLE MANO AL TAXI
- J.B.C.
Los que tenían alguna duda de que el tiempo pasará y Oswaldo Betancort no solucionará ninguno de los problemas clave que tiene esta isla, ya lo tienen un poco más claro después de su forma de afrontar la mejora de la movilidad insular. Su primera decisión en este sentido fue darle dos años más de “disfrute del negocio” a la empresa concesionaria de las guaguas sin especiales exigencias. La excusa es que quieren tiempo para preparar un buen pliego. ¿Pero cuál es la realidad? ¿Se querrá más a la empresa concesionaria que garantizar un servicio de transporte colectivo de calidad para todos los lanzaroteños? Veremos.
Después de la decepción de las guaguas, llega el momento de afrontar el reto de meterle mano a las deficiencias y rigideces del servicio del taxi en Lanzarote. Incapaz de afrontar por sí mismo el crecimiento de la demanda en los momentos más turísticos, divididos por municipios. El presidente del Cabildo de Lanzarote, Oswaldo Betancort, no dudó en ponerse duro en sus proclamas a favor de mejorar el servicio del taxi. Hasta recurrió judicialmente una decisión del Ayuntamiento de San Bartolomé para regular a sus taxistas, para oponerse a que se le transfirieran competencias de organización a la propia cooperativa del municipio. Pero, todo se quedó en nada cuando dos cooperativas, la de San Bartolomé y Yaiza, le amenazaron con hacer un paro. Y, entonces, Oswaldo actuó como actúa Oswaldo: se asustó y se alineó con lo que pedían los taxistas, que en nada va en la línea que él defendía. Y se queda todo como está.
Pero el presidente del Cabildo de Lanzarote ni corto ni perezoso agradece al sector del taxi el acuerdo alcanzado para mejorar el servicio durante la Semana Santa, y considera que "el documento que hemos consensuado con las cooperativas, estableciendo una Zona de Prestación Conjunta de ámbito insular, debe marcar el camino para alcanzar un entendimiento que mejore definitivamente la prestación del servicio en la Isla". No se ha consensuado nada, simplemente se le ha dado la razón a los taxistas. Y punto. Ahora el presidente del Cabildo de Lanzarote se compromete a "convocar en abril la Mesa Insular del Taxi con presencia de las cooperativas, Ayuntamientos y Cabildo, y que se constituirá con el objetivo de analizar pormenorizadamente la situación del sector y contribuir entre todas las partes a mejorarlo". El galimatías típico de Oswaldo: ¿Si lo bueno era dejar las cosas como estaban por qué se producen los problemas?
El que está que no para de reírse es el PSOE de Lanzarote. Ha celebrado que Oswaldo Betancort “recule con la imposición” al sector del taxi y “finalmente haya dado la razón” al Ayuntamiento de San Bartolomé, “desistiendo de imponer las medidas que no están amparadas por la legislación vigente en zonas como puertos y aeropuertos”. Los socialistas se refieren a las medidas que anunciaba el Cabildo para que cualquier licencia de la isla pudiera dar servicio si se desbordaba la capacidad de un municipio específico durante la Semana Santa y que finalmente ha dejado fuera al Puerto de Arrecife y al Aeropuerto César Manrique". "Oswaldo Betancort ha vuelto a hacer el ridículo, tenía pretensiones que no permite la legislación y no ha tenido otro remedio que recular. Finalmente el Presidente ha declarado Zona de Prestación Conjunta pero los apoyos prestados al Aeropuerto seguirán siendo bajo el requerimiento previo", ha señalado Ariagona González, consejera y portavoz del Grupo Socialista en el Cabildo de Lanzarote.
En fin, que estamos a la vuelta de la esquina de que se cumpla el primer año de gobierno y no se ve nada de nada. Y estas cosas, donde hay grupos sociales involucrados, si no se solucionan en los dos primeros años de gobierno, en los dos últimos ya ni se tocan, porque los políticos están más pendientes de los votitos de aquí y de allí que de cualquier otra cosa. A lo mejor sería cuestión de comprar unas bolsitas de “dodotis” para que el presidente aguante el tirón (¿o se llama retortijón?) y afronte los problemas con la seriedad que la isla necesita.