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¿SE ENFRENTARÁN LOS HERMANOS GARCÍA EN LA PRIMERA LUCHADA DE LA TEMPORADA ESTA NOCHE EN HARÍA?

En la lucha canaria, los enfrentamientos entre hermanos suelen evitarse. Realmente es muy poco frecuente que se lleguen a cruzar en la misma silla porque en la mayoría de los casos luchan en el mismo equipo. En caso de no ser así, y sus respectivos equipos se enfrenten, los mandadores suelen ponerles en distinta silla para sacarles el mayor partido y evitar que acaben eliminados intencionadamente.

Esta noche, se inicia la temporada 2024/2025 de lucha canaria en Lanzarote con la primera luchada de la XL Liga Cabildo de Lanzarote de Segunda Categoría que se celebra en Haría con el enfrentamiento Unión Norte-San Bartolomé. Aparte del aliciente de ver la primera luchada de la temporada, con dos equipos armados con puntales C, el máximo grado permitido en la Segunda Categoría, esta luchada cuenta también con la particularidad de que los dos destacados B, los lugartenientes de los puntales C, son dos hermanos muy conocidos y queridos por la afición norteña, aunque son naturales de Tías.

Rayco García, después de 7 años luchando en la filas del Unión Norte, se presenta, en el que fuera su terrero de casa los últimos años, enrolado en las filas del San Bartolomé, equipo en el que ha fichado este año. Tuvo  que abandonar el conjunto de Haría al subir su hermano Ángel García también a destacado B y sólo caber uno en el equipo. Hasta ahora, ambos habían luchado juntos en el Unión Norte, donde hicieron muy buenas luchadas y se granjearon el respeto  y cariño de la afición.

Normalmente, cuando se cruzan dos hermanos, si hay diferencia de categoría, el menor levanta la mano al mayor para no desequilibrar los equipos ni favorecer un resultado irreal. Pero, en este caso, tanto Rayco, que lleva varias temporadas con esta categoría, como Ángel, que subió este año por primera vez, son destacados B, los segundos luchadores más importantes de sus respectivos equipos, decisivos en muchos casos para certificar la victoria. Lo normal es que ambos mandadores les saquen por sillas distintas. Con ello, para que se encuentren, deberían tirar los dos al puntal C del otro equipo. Cuestión nada fácil porque están calificados dos puestos  por encima de ellos, pero no sería la primera vez que destacados B de calidad contrastada y pundonor demostrado lo consiguen.

Si ambos agotaran sus sillas, podría llegarse a un 11-11 con lo que tanto afición como equipos entenderían que provocaran tres amonestaciones en la primera agarrada por pasividad y quedaran eliminados ambos y acabara la luchada en tablas. ¿Pero qué pasaría si un mandador deja a un luchador de menos peso para detrás y el enfrentamiento se produce en el 11-10 ó 10-11? Conociendo a los hermanos, el equipo que provoque esa situación perderá la luchada porque tendrán la opción de levantarle la mano al hermano desfavorecido, para impedir que una malicia del sacador estropeé su decisión de no perjudicarse mutuamente.

Hacía muchos años que en la lucha canaria lanzaroteña no se tenía opción de que se diera esta circunstancia. Por otra parte, hay gente que no entiende que los hermanos no se enfrenten, porque dicen que solo se trata de un deporte. Posiblemente no entiendan que la lucha es mucho más que un deporte, que está llena de tradiciones y códigos más allá de mañas y victorias.

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