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EL ESPALDARAZO DE MANUEL DOMÍNGUEZ A YONATHAN CON SU PASEO POR ARRECIFE

El presidente del PP en Canarias, Manuel Domínguez, ha querido transmitir “tranquilidad y serenidad” a su partido en su visita a Lanzarote para estar al lado del alcalde de Arrecife, Yonathan de León, en un acto de presentación de los proyectos de las obras de las calles Pérez Galdós y León y Castillo para convertirlas en bulevares que unan el centro de la ciudad con el principal centro comercial de Arrecife.

La visita pareció más ideada para arropar al principal activo electoral del partido en Lanzarote, Yonathan de León, que goza de una increíble popularidad desde que tomó posesión como alcalde, que ha vivido momentos de presión por parte de la presidenta del PP insular Astrid Pérez, que descabalgó a su amigo y principal aliado en la política insular, el ex vicepresidente del Cabildo Jacobo Medina, con quien hace tándem político emergente, que una mera visita del vicepresidente del gobierno de Canarias a una de las capitales insulares.

Manuel Domínguez, con su reconocido carácter tranquilo e integrador, abogó por la unión de todos, por quitarle hierro a los enfrentamientos y echar balones fuera a la hora de valorar los ataques e intentos de cuestionar la honorabilidad de Yonathan y Jacobo. Consideró que a muchos les molesta que el PP esté sacando músculo en Lanzarote y que posiblemente vengan de otros partidos esos ataques velados.

Lo que sí está claro es que ver a Manuel Domínguez paseando y saludando a los vecinos de Arrecife al lado de Yonathan de León en la mañana de ayer en la Calle Real era claramente una imagen de apoyo al político mejor valorado de Lanzarote en estos momentos. Domínguez no quiere hacer sangre con Astrid Pérez, que lleva 17 años de presidenta del PP de Lanzarote, haciendo y deshaciendo a su antojo, dejando más cadáveres por el camino que Jack El Destripador en sus fases más maniacas, y dejó claro que no habrá a corto plazo ninguna gestora en Lanzarote. Pero también fue rotundo al poner en valor a todos los políticos populares en la primera fila insular y reconocer que ha habido errores de comunicación en todo este follón montado por Astrid Pérez, en un incontrolado y mal calculado ataque de celos políticos que ha puesto al partido a la altura que quería CC para no perder protagonismo frente a su socio de gobierno.

La presencia de Manuel Domínguez no anuncia cambios en la dirección insular del PP, donde Astrid está más cuestionada que nunca antes. Pero sí deja a las claras que aquellos tiempos en los que se miraba para otro lado cuando Astrid sacaba la motosierra han quedado también atrás. Los hombres fríos, o cálidos, como Manuel Domínguez no matan llevados por impulsos pero tampoco dejan pasar oportunidades para presentar la correspondiente factura en el momento procesal oportuno. La calma chicha vuelve después de la tormenta. Pero todos guardan los paraguas porque todo apunta a que volverá a llover.

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