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Una investigación científica permitirá preservar el linaje de la uva de la  malvasía volcánica de Lanzarote

El consejero Samuel Martín agradece la colaboración en el estudio de las bodegas, viticultores y del Consejo Regulador de la Denominación de Origen del Vino de Lanzarote

El Convento de Santo Domingo, en Teguise, acogió este miércoles la presentación de un estudio científico, impulsado desde el Cabildo de Lanzarote, que analiza la variedad de uva de malvasía volcánica desde el punto de vista genético y molecular, un paso fundamental que permitirá escoger ejemplares de plantas que garanticen, entre otros objetivos, la preservación de su linaje.

El estudio ha sido realizado por el Área de Biología de la Vid del Grupo de Investigación de Tecnología Enológica de la Universidad Rovira y Virgili, en Tarragona. Su responsable, la doctora Maria Francesca Fort, estuvo acompañada durante la presentación por el consejero de la Reserva de la Biosfera, Medio Ambiente y Cambio Climático del Cabildo de Lanzarote, Samuel Martín.

Durante su intervención al inicio de la presentación, que estuvo dirigido a los viticultores y otros agentes relacionados con el sector vitivinícola de la Isla, Samuel Martín explicó que "este es uno de los estudios más exhaustivos y profundos que se han hecho sobre los procesos genéticos y moleculares de nuestra malvasía volcánica". 

"Se trata de establecer qué clones de esta uva se pueden reproducir y que propiedades enológicas tienen. Es decir, se buscaba establecer el perfil genético definitivo para la malvasía volcánica y su linaje", dijo y recordó que es un proyecto que se viene desarrollando desde hace más de una década y que ha pasado por varias etapas.

Por su parte, la investigadora hizo hincapié en que "el modelo de viticultura que se sigue en Lanzarote ha conseguido adelantarse al cambio climático". "El hecho de que la Isla lleve varios años afrontando una precipitaciones medias anuales inferiores a 150 mm, hace que ahora tengan ciertas ventajas competitivas frente a los productores de la Península, quienes afrontan ahora una situación de sequía" .

María Francesca Fort afirmó que esto ha provocado que se produzcan modificaciones a nivel molecular que convierten a determinados individuos  o plantas de viña en más resistentes al estrés hídrico. 

Una vez que se han encontrado estos individuos que son molecularmente distintos, se plantarán en la Granja del Cabildo, donde ya se han iniciado los preparativos previos para garantizar que las plantas prosperen. Posteriormente se continuará con los estudios necesarios para analizar, entre otros aspectos, las características morfológicas y organolépticas de los vinos y mostos que se produzcan a partir de esa uva. También se llevará a cabo una fase de seguimiento que puede durar de tres a cinco años para, finalmente, certificar la calidad de esas variedades. 

Una vez que finalice la fase investigadora, "Lanzarote podría convertirse en el principal proveedor de una variedad vitivinícola adaptada al cambio climático", explicó la responsable del proyecto, "ya que son muy preciadas en la mayoría de los países", finalizó. 

Por último, el consejero Samuel Martín agradeció la colaboración de las bodegas, los viticultores y del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Vino de Lanzarote en la realización de este estudio. 

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