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El Cabildo pone en valor la rica biodiversidad de las siete zonas ZEPA

La Institución destaca el valor patrimonial de las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en Lanzarote y La Graciosa, reductos donde encontramos una biodiversidad única en el mundo

El Área de Medio Ambiente trabaja activamente en la divulgación de las siete áreas ZEPA delimitadas en la Red Natura 2000, el principal instrumento europeo para la conservación de la naturaleza

 El Cabildo de Lanzarote continúa estos días con la ejecución de su planificación dirigida a reforzar la conservación y mantenimiento de las zonas protegidas, reafirmando así el compromiso de la Institución con la preservación del patrimonio natural de la Isla.

Así, el Área de Medio Ambiente avanza actualmente en varios proyectos que se ejecutan en las siete Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) existentes en Lanzarote y La Graciosa, intervenciones que van desde la divulgación social a la modernización de la señalética, pasando por el control de la actividad humana en estas áreas o la protección efectiva de la fauna y flora autóctona.

El consejero de Medio Ambiente, Samuel Martín, ha vuelto a recordar la importancia de "dejar bien claro cuáles son los valores naturales que debemos salvaguardar, y dejárselo claro a las miles de personas que nos visitan anualmente", anota.

Por ello,  sobre las medidas exigibles a tener en cuenta a la hora de visitar los espacios ZEPA. "Ni que decir tiene que el uso de drones está terminantemente prohibido en esas zonas, donde tampoco se permite salirse de los senderos o molestar a los numerosos ejemplares de aves que conforman nuestro rico patrimonio natural", ha aclarado el consejero.

Igualmente, como ocurre en otras localizaciones situadas en entornos sensibles, está terminantemente prohibida la circulación de vehículos fuera de las pistas, quedando limitada siempre a 30 kilómetros a la hora la velocidad máxima en estos caminos.

Siete reductos de biodiversidad

Lanzarote y La Graciosa recogen en su territorio un total de siete Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), claramente delimitadas y sujetas en el ámbito de sus competencias a un estricto control por parte de la Institución. Estas zonas forman parte de la Red Natura 2000, cuyo objetivo es garantizar el mantenimiento del estado de conservación de los hábitats naturales. La Red Natura 2000 es una red ecológica coherente formada por Lugares de Importancia Comunitaria, Zonas Especiales de Conservación y Zonas de Especial Protección para las Aves, y constituye un instrumento fundamental dentro de la política europea en materia de conservación de la naturaleza.

Uno de estos siete espacios ZEPA son los Islotes del Norte de Lanzarote y Famara. Sobresalen aquí las poblaciones de aves marinas, con 7 especies, y de rapaces, con 6, según se anuncia en el Portal de Referencia Natura 2000 de la Comunidad Autónoma de Canarias.

Otra ZEPA está situada en Los Ajaches, donde las cumbres del macizo albergan gran parte de las poblaciones de Falco tinnunculus y Tyto alba, mientras que en las laderas y partes bajas de la zona montañosa son abundantes las perdices (Alectoris barbara) y el Camachuelo trompetero (Bucanetes githagineus).

El cinturón de paisaje volcánico en torno al Parque Nacional de Timanfaya, La Geria, constituye otro reducto de biodiversidad que debe estar cuidadosamente protegido. Allí encontramos, entre otras muchas especies, reptiles como el Lagarto de Haría (gallotia atlantica) y la Perenquén rugosos (Tarentola angustimentalis). Y en lo que respecta a las aves, es de resaltar la presencia de colonias de cría de la Pardela cenicienta (Calonectris diomedea), tal y como describen desde Natura 2000, el principal instrumento europeo para la conservación de la naturaleza en este continente.

Por otro lado, la ZEPA de Llanos de la Mareta y cantil del Rubicón se localiza en el municipio de Yaiza, y abarca los llamados Llanos de La Mareta y un tramo de costa acantilada de la zona del Rubicón. El lugar es una zona importante para las aves esteparias, y en la franja costera se localizan algunas colonias de aves marinas.

Los Llanos de La Corona y Tegala Grande es otro de estos espacios repletos de biodiversidad, localizado al pie de los lomos que descienden de Las Nieves, y limitado al oeste por la montaña de Guanapay que lo separa del núcleo de Teguise; extendiéndose en un amplio llano que penetra en el macizo de Famara por la Vega de San José.

El Parque Nacional Timanfaya, por su parte, ocupa aproximadamente un 28% de los 172 Km2 que tiene la superficie de las lavas emitidas durante los seis años que duró la actividad volcánica de Timanfaya. La vida de Timanfaya está dominada por los líquenes (unas 150 especies) y por los invertebrados (unas 120 especies). Allí encontramos numerosas aves marinas como es el caso de la pardela cenicienta (Calonectris diomedea), el petrel de Bulwer (Bulweria bulwerii) y el paiño de Madeira (Oceanodroma castro), y también especies de aves rapaces como el cernícalo (Falco tinnunculus) o el guirre (Neophron percnopterus) y paseriformes como con la curruca tomillera (Sylvia conspicilliata), el pardillo (Carduelis cannabina) y otras.

Por último, Las Salinas de Janubio despuntan por la importancia de la ornitofauna en la zona. Allí observamos una gran diversidad de especies, al tratarse de una de las localidades más importantes de Canarias para la recalada de aves acuáticas, principalmente limícolas, habiéndose citado unas 35 especies.

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