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Dolores contra Migdalia

 

Candidatos de CC versus Dolores Corujo (PSOE), ventajas y desventajas (II)

 

La posibilidad de que Migdalia María Machín sea la candidata de CC a presidir el Cabildo en las próximas elecciones locales ha ganado muchos enteros desde que su secretario de Organización, Echedey Eugenio, sugiriese la misma en Lancelot TV hace unas semanas. La incuestionable valentía de Echedey, que lo mismo mandaba a parar a Oswaldo Betancort cuando quería imponerle cosas no debatidas cuando fue su concejal que va a los medios de comunicación que atacan sin contemplaciones a sus compañeros y les rebate sus planteamientos sin complejos y con una parsimonia que pone nervioso al más pintado, puede ser el espaldarazo definitivo para que Migdalia deje de ser un astro menor en el partido y alcance responsabilidades coherentes con la formación que posee, la experiencia política que tiene y las responsabilidades que ocupa en la organización. De ser así, se encontrará luchando cara a cara, con la actual presidenta del Cabildo de Lanzarote, secretaria general del PSOE, casi 7 años mayor que ella y con mando en plaza socialista e institucional.

Se encontrarían en el escenario electoral batallando por la Presidencia dos mujeres que han tenido desarrollos político bastante diferente. Por un lado, María Dolores Corujo (San Bartolomé, 45 años) llega a la Agrupación Socialista de San Bartolomé y entra en la lista al Ayuntamiento de la mano de Marcial Martín, al que sustituye en el siguiente mandato por el repentino abandono de la Alcaldía del que fuera director de los CACT. Su entrada en la Alcaldía se produce en un momento en el que la derrota electoral del PSOE precipitó la caída de Carlos Espino y la búsqueda de un nuevo líder. Y fue ella, elegida secretaria general en el 2011 y hasta ahora. Sobreexpuesta, ha sido alcaldesa de San Bartolomé y parlamentaria, a la vez. Como ahora es presidenta del Cabildo y parlamentaria también. Le encanta exhibirse políticamente, no tiene miedo al debate y se crece en el cuerpo a cuerpo. Tiene, además, a un asesor, Carlos Espino, que le gusta tanto como a ella la política y que siente tanto o más visceralidad en contra del anterior presidente del Cabildo, el nacionalista Pedro Sanginés.

Por el otro lado, por el nacionalista, estaría Migdalia María Machín (La Vegueta, 38 años) que no ha pisado la política local de su municipio, Tinajo, donde gobierna su padre, Jesús Machín, desde que ella era una adolescente. Llegó a la política insular como consejera del Cabildo en el 2011, año en el que sus dos compañeros líderes se estaban empoderando. Por una parte, Pedro Sanginés gana por primera vez la Presidencia del Cabildo y Oswaldo Betancort sus primeras elecciones locales y toma el bastón de mando que todavía sostiene. En ese panorama, aspirar al liderazgo, era una cuestión de paciencia. En el 2015, sale elegida parlamentaria y en el 2019 vuelve a la lista del Cabildo, empujada por la pretensión, hecha realidad, de Oswaldo de hacer doblete y encabezar la lista al Parlamento. Con tan poca fortuna, que su vuelta al Cabildo se materializa en la oposición y sin sueldo. Y todo eso, siendo la secretaria general de Coalición Canaria en Lanzarote. Ella ha vendido que, como líder, es la primera que tiene que estar abierta a hacer sacrificios en beneficio de la organización. Pero todo puede cambiar ahora cuando sus dos líderes nacionalistas están mostrando debilidades fácilmente visibles y cuenta con un hombre en el lado oscuro de diván, Echedey, que puede animarla y ayudarla a hacer realidad sus sueños políticos. Esta Ejecutiva que preside, con Echedey Eugenio como secretario de organización, no se parece en nada a la anterior, en la que ella estaba para hacer público los caprichos de los señores del partido Pedro Sanginés y Oswaldo Betancort y hacer caso a la consigna de los Jesús de sus vida: “Espera, Midalia, paciencia, hija; Todo llegará, hermana”.

Si Echedey consigue convencer a Migdalia que ella es mucho más que la hija de Suso Machín y reivindica su formación especializada, Ciencias Políticas y Administración Pública, su propia experiencia política institucional, de consejera en varias Áreas del Cabildo y parlamentaria y dos mandatos de secretaria insular de CC, se podría estar poniendo los cimientos de una nueva líder, una líder de verdad y no como ahora.

La confrontación con Migdalia, obligaría a Dolores a adaptar su discurso a la nueva realidad. Se le caería al suelo no solo su táctica de acusar cualquier ataque del rival como un ataque machista sino que, incluso, tendría que controlarse para no despreciar a la nacionalista, del tal forma que parezca ella la que la desmerece por entender que es mujer e incapaz. Además, el PSOE tendría que aprovechar el cambio de pie en las filas nacionalistas para limar asperezas con una organización con la que ha gobernado en muchas ocasiones, o por lo menos aparentarlo para que no se vea que sus ataques a Sanginés, lo eran contra toda la organización y lo hubieran sido contra cualquier rival que se cruzara en su camino con posibilidades de arrebatarle sus cargos, su mayor fortuna, o impedir obtenerlos. Tendría que bajar un par de velocidades para no dar la impresión de sobrada, las mismas que necesita subir Migdalia para ganar fuerza mitinera y credibilidad como líder.

Con su elección como candidata, quien más gana, aparte de su clan familiar y ella misma, es Echedey Eugenio, que se ha revelado como un pensador y estratega al nivel de sus ambiciosos objetivos. Con esta estrategia, dejaría fuera de circulación a su rival interno Oswaldo, que lo quiere menos que al agua sucia, y se convertiría en el hombre fuerte del partido al lado de Migdalia y sus “Jesús por Díos, Midalia”.

Se daría una nueva vuelta de tuerca a Coalición, como la dio en su momento Pepe Torres y como se la dieron después estos viejos aspirantes a él.  Este tándem tendrá la fuerza y contundencia de un informático y la visión practica de una graduada en Ciencias Políticas y Administración Pública. Y una psicóloga y un fontanero con años de servicio orgánico ya analizarán cómo rentabilizan mejor este ascenso, desde la otra orilla. Entonces sí estarán actuando como los verdaderos ejecutivos de Coalición Canaria en la isla, sin ser medianeros de quienes creyeron ponerlos ahí para defender sus intereses electores. La jugada sería maestra y parece el momento oportuno, pero todavía no se sabe si se cuenta con tantos huevos como para hacer una tortilla tan esponjosa.

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