¿Adónde van los supervivientes sin partidos?

Un mandato o una legislatura, que dura lo mismo pero no es lo mismo, da para mucho. Sus concejales y concejalas, consejeros y consejeras y parlamentarios y parlamentarias tienen una vida tan intensa como improductiva muchas veces. Y muchas veces, en eso de enredar el rizo, acaban encontrando las diferencias que tienen con los suyos en lugar de empeñarse en acercar posturas con las bancadas opuestas para firmar acuerdos beneficiosos para todos. Entonces, aparecen las figuras extrañas de hombres y mujeres que se han quitado, o les han quitado, el equipaje del partido y vagan por los hemiciclos y salas de plenos como almas en pena, zombis o supervivientes de la desgracia en su vida política. Y ven cómo pasa el tiempo y  se acercan las elecciones, que es tanto como decir el final de todos sus derechos conquistados en los anteriores comicios, y ellos y ellas se encuentran desnudos y desnudas ante el pueblo, como aquel rey que veía la realidad por los cuentos mentirosos de sus aduladores particulares.

En Arrecife, esos cambios de tercio que han tenido dentro de Podemos, y después en la propia plataforma electoral Lanzarote en Pie, de Somos y también en Coalición Canaria con aquella luz de Mafasca (¿o era San Borondón?) han dejado a concejales fuera que no se sabe adónde irán para estar presentes en las listas electorales de los próximos comicios. Entre todos, destaco la situación de Leticia Padilla, la mujer fuerte de Podemos en Arrecife, que dejó de ser Podemos por voluntad propia y por diferencias con los líderes de su partido, y quedó enfrentada en Lanzarote en pie con Equo por esas historias para no dormir que contaron en rueda de prensa hace poco. Los que parecían que venían a poner un poco de cordura a ese baile interesado de políticos sin conciencia acaban enredados en batallas intramuros mientras languidece el proyecto.

Y mira que me da pena ver a Leticia Padilla envuelta en esos rollos, porque yo soy de los que piensa que ella debería estar creciendo como la espuma para empezar a coger responsabilidades públicas. Pero fuera de Podemos y ahora con esa guerra en Lanzarote en pie, sinceramente no sé lo que va a pasar con ella y con su querido Leandro Rafael Delgado, que era de Equo y ahora no encuentra “su estatus quo”. Me imagino que estén pensando crear su propia cosita y tirar para adelante; pero esas aventuras son tan duras como inciertas. Tendrán que competir con sus marcas de origen y empezar de cero. Y cuando no se tiene marca, los votos se consiguen uno a uno. Y ya se sabe que no es lo mismo un 69+1 que 70 veces uno, como decía bien el señor mayor en sus recuerdos íntimos. Es verdad que Leti no cabe en ninguna otra organización, ni le gusta no tener la voz cantante ella. Vamos a ver cómo lo resuelven.

En la misma situación podríamos decir que están Eli Merino, de Somos, y Carlos Alférez, del desaparecido San Borondón, fugado de CC al tocar retirada el Doctor Sosa para acabar donde todo el mundo sabe que acabó este otro superviviente, en este caso en el Cabildo y por mandato doble. Estos no aspiran a ser cabezas de nada, se conforman con ser cola de lo que sea, siempre y cuando garantice estar en el pleno. Y eso es más fácil, aunque no siempre es posible.

De Arrecife, también aparecen otros supervivientes del mandato anterior. Y me viene ahora mismo a la cabeza el que fuera alcalde socialista, José Montelongo, al que no le fue nada bien la aventura de formar partido propio en las elecciones pasadas y se quedó fuera del Ayuntamiento, aunque demostró tener tirón para sumar más de ochocientos votos, aval suficiente para embarcarse con otro partido, aunque no sea de primero, y relanzar su vida política de nuevo, que todavía es un hombre joven e, incluso, se ha estado preparando en estos años de retirada involuntaria de la política. Él está reacio a hablar de nada, hasta que no salga la sentencia que espera y que está convencido de que será de absolución. Montelongo es un hombre de la política y sería un poco cruel, si se salva de doña justicia, que ahora que está más formado, más maduro y más experimentado no pueda aspirar a los cargos que ya tuvo casi más por estar dónde tenía estar que por valores propios excepcionales.

 Otro cuyo nombre siempre suena cuando se acercan las elecciones es el de Fabián Atamán Martín Martín, hijo menor de Dimas Martín que llegó a ser vicepresidente del Cabildo y parlamentario con el PIL que creó su papá y que desapareció de la escena pública después de las elecciones de 2015, donde fue candidato a Arrecife, sacó tres concejales y acabó dimitiendo antes de tomar posesión por los exiguos resultados. A Fabián, farmacéutico, buen orador y hombre de refinados gustos culturales, siempre se le ha puesto cercano a Astrid Pérez, pero nunca ha prosperado nada, a pesar de que todos somos conscientes de que su incorporación sería positiva y notable.

Arrecife no es único municipio donde se cuecen habas ni donde los políticos acaban siendo indisciplinados o se cansan de ser sumisos a la partitocracia. En Haría, por ir a lo más lejos, tienen a la exconcejala de CC Soraya Brito hablando sola. Cuando su partido decidió romper con el PSOE, ella decidió romper con su partido. Y ahora, las vueltas que da el mundo, tanto ella como el resto de sus antiguos compañeros nacionalistas están en la oposición y CC partida a la mitad, con Mandy y Chaxi por un lado y los otros dos por otro. Tampoco se sabe si Brito recogerá sus bártulos y regresa a casa por mayo o intenta colarse en el PSOE o vaya usted a saber dónde. Está claro que yo no tengo ni idea. Tampoco sé qué hará CC para salvar ese entuerto norteño.

En el caso de Tías, es Segundo Rodríguez Camacho el que está hablando solo entre aulagas y parches de piche. Él no es concejal sino asesor de Mame Fernández, que él da por desaparecido al igual que al propio partido, Lava, con el que concurrieron a las elecciones. Y él se siente un hombre joven, con ganas de aspirar a algo y meter el sacho y la asesoría debajo de una aulaga seca de una vez. Se le ve pegado a los socialistas como si fuera uno más, pero también es cierto que si su concejal no aparece por el Ayuntamiento tendrá que ponerse con lo que están, que son todos socialistas, menos Nicolás Saavedra, que es de Podemos, que tampoco es que sea el más divertido de la huerta, aunque de huertos sabe un montón. Hay quién dice que él se daría con un canto en los dientes si Pepe Juan Cruz le picara el ojo y lo llevara en su lista en un puesto de salida. Pero él sabe que los socialistas no son los de él, aunque si no queda más remedido, por el pueblo, hace uno lo que sea.

Hay otros concejales que están en la cuerda floja, aunque su situación deviene más de los ajustes que han hecho en los partidos, que por episodios en las instituciones. Y, en ese sentido, el PP dejó unos cuantos damnificados en su último proceso electoral interno. La más destacada que se labró un no futuro a pecho en el PP de Astrid Pérez fue la inquieta/inquietante Saray Rodríguez Arrocha. La que fuera mano derecha del alcalde popular Pancho Hernández en Tías y mandamás de Urbanismo en el municipio se dejó enrolar/enrollar por el atrevido de Joel Delgado en una batalla que estaba perdida de antemano y se enemistó ya del todo con la líder incuestionable del partido y todos sus acólitos. Se quedó más sola que la una y compartiendo bancada de la oposición con sus compañeros concejales del PP, que son los que mandan ahora en el Comité Local. 

Saray Rodríguez y otros del PP, como el propio Jonás Álvarez, no están por irse a su casa, les gusta la política y tienen cosas que aportar. Sé que ellos y otros que estaban hasta los mismísimos de terceros partidos (los suyos) se han estado reuniendo, hablando y queriendo montar un quiosquito donde dar rienda suelta a sus querencias políticas. Pero la cosa se ha quedado empantanada y no saben cómo sacarla de ahí. Creo que el objetivo era crear una plataforma con gente de aquí y de allí, que hay muchas personas en situación parecida de origen distinto y tirar para adelante. Pero ni es fácil poner de acuerdo a toda esa gente de pareceres distintos y mucho menos ordenarlos en una lista sin ofender sus egos. La pena es que hay gente válida, como la propia Saray, que se pueden perder por el camino por seguir las ruederas equivocadas.

Son supervivientes que se debaten entre quedarse de zombis para siempre o encontrar un camino que les mantenga en el candelero. Pues eso, que sigan bailando y a ver en qué queda la cosa.

    P.D.: Otra que parece que no repetirá de candidata es María del Río, después de 8 años en el Parlamento de Canarias. No parece que sea por diferencias irreconciliables con su gente. Todo apunta a que sabe que los resultados de Podemos en la isla no van a dar para tanto, así que una retirada a tiempo es una victoria. ¿Qué estarán pensando Myriam Elisabeth Barros Grosso y Jorge Miguel Peñas Lozano, los dos consejeros de Podemos que viven en el Cabildo como si se hubiesen caído ahí desde la luna?